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Técnicas Letales: Así se Peleó en 2014

Es complicado hablar de las técnicas sobresalientes en un año cuando cada campeón, con su propio estilo, ha dominado a su manera, pero en este cierre de año, revisamos las técnicas que destacaron a través del año.

¿Cómo elegir una o algunas técnicas dentro de las artes marciales mixtas que de cierta forma fueron dominantes o marcando tendencia dentro de un periodo determinado, en específico el 2014?

Esta pregunta me genera entre una especie de collage mental y una tormentita de momentos destacados en mi cabeza que ha sido complicado engancharme de uno de esos instantes para comenzar la revisión; y al final, encuentro algunas tendencias que ciertamente vi repetitivas dentro del octágono del UFC a lo largo del año. Sin embargo, vale la pena subrayar que entre tantas variables, no sólo de las circunstancias dentro de los combates, sino de las mismas técnicas que resuelven cada posición o momento hacen que el mismo acto de señalar una u otra técnica sea bastante debatible desde su primer momento.

De cualquier forma, más que técnicas específicas, hubo dos aspectos del MMA que me parecieron sobresalientes: el trabajo de pateo, y la lucha defensiva, ambas complementándose una a la otra.

El MMA ha tenido una evolución tan veloz que dentro de un mismo año se ven grandes cambios en cada peleador; pero algo que la mayoría han estado desarrollando es un versátil juego de pateo. No está de más ejemplificar de arriba abajo, es decir, desde los campeones más destacados. Es suficiente en tomarnos un tiempo para revisar las últimas peleas de Anthony Pettis, José Aldo, y el número uno libra-por-libra, Jon Jones, para darnos cuenta que el pateo, más que un complemento, se ha vuelto el arsenal principal. No significa que estos peleadores sólo patean, pero lo hacen tan bien, con tanta peligrosidad y consistencia, que tienen a sus oponentes pensando constantemente en la patada que está por venir y el movimiento que deben de hacer para evitar el daño, que quedan susceptibles a los ataques, pero sobretodo a la estrategia del campeón. Desde la creatividad y atrevimiento de Pettis, el poderío clásico de Aldo, o los ángulos y distancia de Jones, cada uno termina encajando en algún momento de la pelea una serie de patadas que alteran toda la mecánica de sus oponentes.

Lyoto Machida se ha mantenido entre los mejores del mundo con su propio estilo de pateo, casi imperceptible por su precisión, no sólo con sus blancos, sino con el cálculo para sacar cada patada en su momento debido. Así, la lista continuaría, desde la longevidad de Donald Cerrone y la velocidad de Edson Barboza, hasta los ejemplos históricos como la figura de Anderson Silva, el noqueador Mirko Filipovic, o incluso remontándonos hasta la época de Bas Rutten con su famosa patada al hígado. Y vemos que peleadores como Junior dos Santos – noqueando a Mark Hunt con una patada de giro a la cabeza – o Johny Hendricks y Robbie Lawler. han ido integrando el juego de pateo a sus peleas.

Pero en la época actual, cualquier patada se neutraliza sencillamente, ¿verdad? Sólo hay que cerrar la distancia, trabajar el clinch, y buscar el derribo. Entonces, la contraparte lógica que hay que destacar sobre los peleadores mencionados es que no sólo tienen esa trabajada patada poniendo de nervios a sus oponentes, sino una lucha defensiva que posibilita neutralizar los intentos de cerrar la distancia de éstos, con el trabajo de pies, con el balance, y por supuesto, con las técnicas adecuadas de lucha para sacudirse los enganches de encima y regresar de pie casi de inmediato después de sufrir algún derribo.

¿Pero qué quedan de los otros campeones como Demetrious Johnson, T.J. Dillashaw, Chris Weidman, Fabricio Werdum y Cain Velasquez? Bueno, Dillashaw es más conocido por su juego de pies y trabajo de ángulos, pero sin duda es la lucha que lo ha llevado a donde está, ¿no? Recordemos que Dillashaw le arrebató el cinturón a Renan Barao mediante una patada a la cabeza y golpes subsecuentes, al igual que a Joe Soto, cuando defendió su campeonato por primera vez. Werdum, un jiujitsero a lo largo de su carrera, ha acogido ese muay thai de Rafael Cordeiro y queda demostrado con mejoría cada vez que sale al octágono.

Y mientras Johnson, Weidman y Velasquez se inclinan más a la lucha, su pateo ha estado presente en cada una de sus peleas, pero bueno, a eso nos referíamos en el inicio de este artículo, indicando que cada campeón ha llegado a su debida cima, cada uno con su estilo propio y muy a su manera. El 2014 está lejos de llamarse el “Año de la Patada”, pero ha sido un año lleno de patadas.

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