Yair Rodriguez es un hombre acostumbrado a escuchar aplausos y ovaciones al escuchar su nombre ser anunciado en medio del Octágono.
Pero es diferente cuando cerca de 500 diputados de tu país lo hacen en medio del recinto legislativo reconociendo tu carrera.
Y si esa carrera es de apenas dos años y medio y 5 peleas a tus 24 años; es todavía más admirable.
El jueves por la mañana, Rodriguez sale junto con sus padres, sus padrinos y un par de amigos de La Palomilla, un discreto y silencioso hotel en el centro de la Ciudad de Mexico, donde decidió quedarse para disfrutar un poco de intimidad.
Una sabia decisión, pues lo que vendría más tarde, sería tan importante como caótico.
>> FOTOS: Así fue la visita de Rodriguez al recinto legislativo de México
Rodriguez entra a la Cámara de Representantes de Mexico sin poder avanzar uno o dos metros y que alguien lo detenga para presentarse con él, pedirle una foto, un saludo para sus hijos, o expresar su admiración.
Los diputados están trabajando, para ellos es un día de sesión normal. Lo que a grandes rasgos significa votar legislaciones para el país. La gente corre, hay documentos por todas partes, cámaras, llamadas, algunas discusiones, susurros, gritos.
El recinto es un caos en movimiento constante, de cierta forma controlado y hasta hermoso, con un objetivo claro, por momentos muy rápido y hasta difícil de seguir.
Recuerda al estilo de pelea de cierto conocido peleador.
Rodriguez, quien desde la primera vez que piso el octágono se vio natural, tranquilo, consciente de pertenecer ahí; entra de la misma forma a esta “otra jaula”.
Esquivando cuerpos baja por las escalinatas y logra llegar al piso principal, donde es nombrado y aplaudido por los presentes, quienes por segundos hacen una pausa, congelando la cámara para seguir con la mirada al joven peleador mientras sube a recibir el reconocimiento por el cual ha venido.
“El Pantera” lo toma, agradece, y comienza su regreso dentro del mismo caos, el cual, por supuesto ha reiniciado, y aunque ya otro diputado ha tomado la palabra en el pulpito, ello no evita que de nuevo lo detengan para autógrafos y “Selfies” durante todo su camino de salida.
Y como ha hecho al salir victorioso en sus dos últimas peleas, Rodriguez se da el tiempo de atender a cada uno de ellos.
Sus papas, claramente conmovidos, lo abrazan y felicitan. Esta ha sido otra victoria, otro logro fruto del sacrificio, la dedicación y el esfuerzo que pone en su vida y bajo lo cual fue educado.
Felicidades a Yair Rodriguez por otro logro en esta apenas joven carrera.
Juan Cardenas es productor multimedia y escritor para UFCEspanol.com. Síguelo en Instagram en @Desautomatas