El Brasileño Tiene Una Carrera De Más De 10 Años En El Octágono Y Es El Peleador Más Finalizador En La Historia
Charles Oliveira es sinónimo de perseverancia y trabajo duro. El brasileño avanzó paso a paso hasta convertirse en campeón y en UFC 269 expondrá el cinturón de peso ligero por primera vez.
De sus 40 combates profesionales, 28 han sido en UFC. Más de una década en el octágono lo llevaron a ser uno de los peleadores más reconocidos y acogidos por la afición, pues su variedad en el ataque le permitió desplegar un estilo muy dinámico y divertido.
Las sumisiones se convirtieron rápidamente en el sello de la casa y la noche de su debut ganó su primer bono al finalizar a Darren Elkins con un Armbar. Hasta la fecha suma 14 triunfos por sumisión, la mayor cantidad en la historia de UFC.
Aunque sus primeros duelos fueron en las 155 libras, bajó al peso pluma, división que fue su casa por cinco años y en la que consiguió siete triunfos –seis de ellos por sumisión-, una cifra que ningún otro peleador en las 145 libras ha alcanzado.
Su máximo nivel lo alcanzó cuando decidió subir nuevamente al peso ligero y, tras una derrota con Paul Felder en 2017, no ha vuelto a ser superado y suma nueve victorias.
Pelea tras pelea, Oliveira dejó claro que podía enfrentar a los mejores –sin importar el estilo- y después de vencer a Tony Ferguson en Diciembre de 2020 llegó la gran oportunidad de disputar el título vacante de la categoría ante Michael Chandler hace seis meses.
Oliveira finalizó con volumen de golpes a su rival, se coronó como nuevo campeón de la división más competida de UFC y rompió el récord de más combates ganados por finalización con 17.
En UFC 269 buscará mantener la racha ganadora y defender el título ante el peligroso Dustin Poirier, quien quiere volver a conquistar la cima de las 155 libras como cuando se coronó campeón interino en 2019.
El camino de ‘Do Bronxs’ ha sido largo. Su experiencia es invaluable y se encuentra en su mejor momento así que la guerra del sábado 11 de Diciembre será inolvidable con dos peleadores que han trabajado incansablemente para ganarse un lugar importante.