Robbie Lawler tendrá un segundo intento para derrotar al actual campeón de peso wélter, Johny Hendricks, en la pelea estelar del UFC 181 en el Mandalay Bay Events Center en Las Vegas, Nevada el 6 de diciembre de 2014.
El cinturón de peso wélter que durante más de cinco años había estado estable bajo el cuidado de Georges St-Pierre, de repente estaba al aire. Había defendido el título en nueve ocasiones y de repente se retiró. Fue entonces que el pasado 15 de marzo de 2014, Johny Hendricks – quien venía de perder una cerrada decisión ante St-Pierre – enfrentó al longevo y resurgente Robbie Lawler por el cinturón que había quedado vacante.
El combate fue de ida y vuelta, cinco rounds. Lo que me impresionó de Lawler fue su defensa que fue capaz de desviar la gran mayoría de los golpes, bombazos incluidos, que lanzaba Hendricks; mientras éste entendió la importancia de ganar los rounds después de su anterior intento por el título, y en el quinto, cerró la pelea con unos derribos que lo favorecieron lo suficiente para llevarse la decisión a su favor, y con ello, el cinturón.
Ahora van por la segunda vuelta. Hendricks querrá dejar claro que él es el campeón, y Lawler buscará recapitular su argumento de que él merece el cinturón. Para Hendricks (16-2), el combate será su primera defensa de su título, y Lawler (24-10, 1NC) es quien derrotó para convertirse campeón. Ambos están pasando por un momento climático de su carrera y tienen cada uno el poderío en sus manos para cambiar cualquier historia.
Antes de enfrentar a Lawler, Hendricks había sufrido una ruptura del bíceps, lo que lo llevó a una cirugía una vez finalizado la pelea por el título. Esto ha dejado al campeón fuera del octágono en los últimos meses. Durante este tiempo, Lawler se ha asegurado otra oportunidad, venciendo a los contendientes Jake Ellenberger y Matt Brown, continuando su segundo aire en el UFC en el que había derrotado a Josh Koscheck, Bobby Voelker y Rory MacDonald después de casi diez años de haber dejado de ser peleador del UFC.
Hendricks se había ganado paso a paso su acenso y su llegada a la cima de la división, venciendo a figuras como Jon Fitch, Josh Koscheck, Martin Kampmann, y Carlos Condit.
Las segundas peleas siempre son diferentes. Ya has sentido la pegada del oponente, y esto te da confianza de poder intentar otras cosas. También enfrentaste los movimientos y la velocidad con los que los maneja, los agarres, los derribos, los controles de posición. Claro que esto funciona de los dos lados y las estrategias pueden cambiar para cada uno, y por ende, se podría estar enfrentando otro tipo de pelea. Pero el peleador es el mismo.
En la primera pelea vimos a un Lawler explosivo pero muy tentativo, esperando ver las ofensivas que lanzaba Hendricks y tardó en tomar ritmo. Si Lawler logra establecer el control de la pelea desde el inicio, cosa que hace muy bien, será interesante ver si Hendricks es lo suficientemente versátil para poder cambiar estrategias en medio de un combate para retomar el control.
Por el otro lado, si destaqué la defensa de Lawler es porque la utilizó mucho, y esto le podría dar claves a la estrategia de Hendricks para poder trabajar distintos movimientos con el objetivo de confundir esta defensa sólida de Lawler.
Hay un posible factor poco percibido también. La pelea pasada entre los dos fue en el territorio de Hendricks, Dallas, Texas, ciudad en la que reside y realiza sus campamentos. Claramente a su favor, el público pesa, tanto para los peleadores como para los jueces. Ahora en Las Vegas, es un territorio neutro, y tanto Hendricks como Lawler se han con sus puños y su corazón la afición; aunque a final de cuentas, la pelea estará en sus manos.