Conociendoa
Con una inminente tercera edición de The Ultimate Fighter Latinoamérica, recordamos los cuatro campeones que el reality nos ha dejado en sus primeras dos temporadas.
Con formalidad, el oriundo de Aguascalientes, es el primer ganador de TUF Latinoamérica en la historia. El debut de UFC en México coincidió con el debut oficial de “Diablito” dentro del octágono tras llegar a la final de la primera temporada de la versión latinoamericana del reality. En tres rounds, Pérez venció a su compatriota Jose Quinonez en UFC 180 y se instaló en el campamento de su coach Cain Velasquez, uniéndose al equipo American Kickboxing Academy bajo Javier Mendez.
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Pérez es un peleador disciplinado y enfocado. En su entrenamiento, reitera concentración en la técnica y en la condición física, haciendo repeticiones constantes hasta “grabarse” los movimientos. Esta disciplina marcial que tiene Pérez le ha permitido ir puliendo su golpeo con su lucha, y poco a poco se convierte en un peleador completo. A Pérez le falta ir soltándose un poco dentro del octágono, cosa que sólo sucede con el tiempo y la experiencia. Tras ganar el reality, perdió duramente contra Patrick Williams en 23 segundos, pero regresó con una victoria muy importante sobre el veterano Scott Jorgensen en Monterrey. Esos dos combates, aunque con resultados muy distintos, son importantes para el desarrollo mental de “Diablito”, que se agregará a esa disciplina implacable que demuestra en el gimnasio.
Probablemente el más conocido de los ganadores de las dos ediciones de TUF Latinoamérica es el chihuahuense Yair Rodríguez. Ha llamado la atención con su espectacular forma de pelear con la que lanza una variedad de patadas de giro, de salto, dobles, con vueltas y más allá de la destreza técnica y física, tiene la confianza para ejecutarlas en mero combate. Yaír había vencido al nicaragüense Leonardo Morales para salir campeón del reality y la siguió con otro par de victorias sobre Charles Rosa y después ante Daniel Hooker.
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A sus 22 años e invicto en UFC, Yair sigue puliendo su golpeo y sobretodo su lucha en el campamento con Mike Valle e Israel “Izzy” Martínez. El atletismo, el talento natural y la confianza mental juegan muy a favor del joven mexicano, pero no ha dejado la disciplina a un lado, trabajando sin cesar. No hay duda que su pateo es un arma peligrosa y cuando encuentre la misma confianza con sus puños será un verdadero peligro para cualquier peleador porque su lucha es cada vez mejor, tanto defensiva como ofensiva. Rodríguez es un prospecto, tiene todas las herramientas para un futuro brillante en UFC, pero deberá respetar su proceso y su edad. Aún tiene muchos años para seguir desarrollándose como peleador en general, y todos, empezando con él mismo y su campamento, deberemos ser pacientes para que el fruto brinda en el momento adecuado.
El primer sudamericano y peleador no mexicano en convertirse ganador de TUF Latinoamérica es el peruano Enrique Barzola. Pocos esperaban que superara el feroz golpeo y mentalidad de su contrincante mexicano Horacio Gutiérrez, pero lo que hizo el peruano fue ejecutar una estrategia con precisión para dejar a el público mexicano incrédulo mientras lo observaban coronarse campeón en Monterrey.
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Barzola es un peleador, como bien dice su apodo, fuerte, y en todos los sentidos. El peruano tiene una mentalidad dominante y no luce temores. Físicamente lanza golpes duros y sobre todo derribos controladores con buena posición en el piso. Su lucha es justamente su área dominante, y esto le permite dictar dónde se realiza el combate. Hay muchas áreas por seguir puliendo, su pelea de pie e incluso su lucha y su juego de grappling. Pero Barzola tiene una base sólida en general, no le teme a los intercambios, es agresivo y demostró ser inteligente a la hora de ejecutar un plan de juego. Si sigue puliendo los aspectos técnicos, su base y su mentalidad lo pueden llevar a un lugar estable dentro de la promotora.
El mexicano se convirtió en el campeón más reciente cuando derrotó al español Enrique Marin en una muy cerrada decisión dividida que se realizó en Monterrey. Ambos conectaron de pie, intercambiaron posiciones de clinch y lucha, y la decisión pudo haber sido para cualquiera. No obstante, Montaño fue considerado como uno de los peleadores más completos de la temporada por parte de ambos entrenadores, y lo demostró en la final.
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Montaño pelea con tranquilidad y no se desespera en posiciones ni momentos de la pelea. Esto es fundamental para un peleador que busca tener futuro. Además, Montaño es un peleador completo con buen entendimiento del octágono, tiene buenas manos y buen pateo, y ha ido trabajando mucho su lucha con la que combina bien su ofensiva. No hay categoría sencilla en UFC, pero el peso wélter trae una combinación de fuerza y velocidad que pocas divisiones tienen. Si bien Montaño tiene un juego redondo de habilidades y pelea de manera estable y con madurez, tendrá que demostrar mejoría en cada una de sus salidas al octágono para ganarse su lugar en las 170 libras.