Por Emiliano Cándido - Muy pocos pierden sus primeros tres combates en UFC y tienen la suficiente espalda como para aguantarlo y hacer los méritos suficientes para volver y ganar. Si bien ha dado combates muy buenos, Ryan Jensen no había tenido la suerte de salir con su brazo en alto y, ahora que lo hizo, se sacó una enorme presión.
Desde el octágono - Ryan Jensen
Por Emiliano Cándido
Muy pocos pierden sus primeros tres combates en UFC y tienen la suficiente espalda como para aguantarlo y hacer los méritos suficientes para volver y ganar. Si bien ha dado combates muy buenos, Ryan Jensen no había tenido la suerte de salir con su brazo en alto y, ahora que lo hizo, se sacó una enorme presión.
Thales Leites, Demian Maia y Wilson Gouveia fueron sus primeros tres rivales. Los brasileños pasaron duros momentos en sus combates pero sacaron una gran sumisión que les daba el triunfo y frustraban a Jensen.
Eso sucedió hasta el día del Fight Night: Díaz vs. Guillard. Esa noche el rival elegido era el debutante en UFC Steve Steinbeiss. Una dura pelea caía sobre él, pero sabía que la única forma de seguir en el lugar que tanto había deseado era obtener un triunfo.
A los 3 minutos y 56 segundos del primer round la felicidad invadió a Jensen. Su primera victoria había llegado tras conseguir una sumisión técnica, mediante una guillotina. Por primera vez saboreaba las mieles del éxito en el circo grande de las Artes Marciales Mixtas.
“Fue asombroso conseguir mi primera victoria después de tanto tiempo de buscarlo en UFC. Steve fue un oponente muy duro, pero como dije en su momento, yo soy un peleador de artes marciales mixtas más completo que él y eso se notó”, comenta.
Y recuerda las acciones del combate: “Comenzamos intercambiando de pie algunos golpes, pude derribarlo, conseguí otros buenos golpes y luego de un movimiento rápido conseguí esa transición con la que apliqué la guillotina. Por suerte pude demostrar lo que estuve entrenando”.
El próximo obstáculo del peleador de 32 años será Mark Muñoz, quien viene de conseguir su primera victoria en los pesos medios, en el marco del UFC 108: Evans vs. Silva.
Para ese duro enfrentamiento toma como punto de partida, la victoria ante Steinbeiss que, sin lugar a dudas, la debe situar como uno de los hechos más importante de su carrera.
“Ese triunfo fue algo que me hizo sentir verdaderamente bien, entrené muy duro para ese combate y ahora para la pelea con Muñoz lo estoy haciendo más fuerte. Aquella noche estaba preparado para cualquier cosa que pudiera pasar dentro del octágono, como lo estaré el 2 de enero”, manifiesta.
Y sigue su relato, explicando, el por qué de su gusto por el deporte: “Yo peleo porque amo competir y porque me encanta, además de ser muy divertido. Cuando deje de divertirme haré otra cosa, pero ahora estoy donde siempre he querido estar”.
En cuanto a metas, todo lo piensa a corto plazo sin extenderse mucho en pensar oportunidades por cinturón ni peleas ante contendientes.
“Quiero probarme frente a cualquier reto que me propongan desde UFC, estoy preparado para lo que ellos decidan. Les quiero demostrar a todos que puedo pelear con quien sea, donde sea y cuando sea. Estoy en el mundo en el que yo quiero vivir. Es un lugar excelente”, dice con firmeza.
En cuanto a su preparación de los combates y entrenamientos habituales, está enfocada en ser un mejor competidor día a día.
“Mi objetivo es mejorar en todas las áreas. Me mantengo en constante entrenamiento para hacer algo nuevo en todas las peleas, aprendo cosas nuevas todo el tiempo. Me gusta intercambiar golpes, pero necesito quitarme algunos malos hábitos. Quiero ser más técnico en muchos aspectos. Creo que si en un momento dejo de aprender día a día tengo dos cosas para hacer, o retirarme o buscar otro lugar porque ese ya no sería el mío”, expresa.
Y continúa: “Ahí está el por qué de mis tantos campos de entrenamiento en lugares diferentes, yo no puedo estar enfocado en un solo lugar y siempre con la misma gente. Tengo la mente muy abierta a conocer nuevos compañeros y nuevos caminos que me enseñen algo de las artes marciales. Eso me ayuda a no aburrirme”.
En el caso de que UFC le presente la oportunidad de elegir a un contrincante nunca se había puesto a pensar quien sería, pero cree que un inglés estaría bien.
“Realmente nunca he pensado con quién me gustaría o con quién no me gustaría pelear, realmente no le tomo mucha importancia. Pero de tener que elegir, Michael Bisping sería un interesante combate”, reconoce.
Y explica el por qué de su decisión justificándose en la pelea que tuvo Bisping con Matt Hamill hace un par de años.
“Cada vez que veo su pelea con Hamill mi sangre hierve, no puedo entender como los jueces pudieron ver la pelea tan mal. Todos sabemos quien ganó esa pelea. Y Bisping también lo sabe, el demostró mucha clase luego de ese enfrentamiento y por eso quiero pelear frente a él”, señala el oriundo de Omaha.
Y a los seguidores les deja unas palabras de agradecimiento.
“Los fanáticos son los que hacen de esto un trabajo fácil. Cuando entro al octágono puede sentir la respiración profunda de la gente que está muy emocionada por ver una buena pelea, eso es lo que me hace tener ganas de vencer al peleador que tengo frente a mí, sea quien sea”, comenta.
Y finaliza: “Ellos son la cereza del postre, es muy interesante poder golpear a alguien en la cara y no ir preso por eso y más si hay 10 mil o más personas alentándote. ¡Estoy eufórico! Ya quiero pelear, muchas gracias a todos”.
Ryan Jensen buscará otra victoria en UFC, pero para eso tendrá que pasar por encima del peligroso Mark Muñoz. Los fanáticos son para él la “cereza del postre” algo que genera una rápida pregunta. ¿Podrá conseguir el nocaut que tanto busca y que sea la cereza del postre de una noche esplendida? Es sólo cuestión de tiempo, por ahora Ryan sólo busca su segunda gran alegría.