¿Se le puede llamar revancha a una pelea que duró apenas segundos?
En estricto el evento coestelar de UFC Boston es una revancha, pero esta segunda pelea entre los Top 10 peso pluma Yair Rodriguez y Jeremy Stephens es diferente a muchas.
Conor McGregor sabía qué ajustar en su segunda pelea luego de pelear con Nate Diaz. Stipe Miocic conocía el poder de Daniel Cormier y cambió incluso su cuerpo en peso y masa muscular para la revancha en UFC 241. Georges St-Pierre hizo ajustes maestros contra Matt Hughes y Matt Serra.
Todos estos ejemplos y muchos otros tuvieron a peleadores que corrigieron y cambiaron estrategias tras conocer a su oponente dentro del Octágono. Pero ¿cómo ajustas cuando no tuviste esa oportunidad, cuando lo único que traes para esta segunda ocasión es una carga personal?
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Para Yair Rodríguez es una pelea nueva, ajustó campo de entrenamiento luego de la cancelación en México y cree que podrá desempeñarse aún mejor, ya que esta vez serán solo tres rounds en vez de cinco, además la presión de pelear en casa quedó en el pasado.
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Para Stephens es más personal que nunca sin embargo la intensidad se mantiene, pues sobre pasó el enojo inicial, ajustó su vida personal para extender su campo y está contento de poderlo hacer lo antes posible.
