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Regreso frustrado

Por Emiliano Cándido

Forrest Griffin le ganó por decisión dividida a Tito Ortiz en la pelea central del evento disputado en el Mandalay Bay Events Center de Las Vegas, Nevada. En el combate co estelar de la velada, Josh Koscheck sometió mediante un estrangulamiento trasero a Anthony Johnson.

En abril de 2006 el jurado había visto ganador a Ortiz por un escaso margen. En noviembre de 2009 sucedió lo mismo, pero quien salió con el brazo levantado esta vez fue Forrest Griffin, tras un combate de estupendo nivel técnico por parte de ambos peleadores.

Por Emiliano Cándido

Forrest Griffin le ganó por decisión dividida a Tito Ortiz en la pelea central del evento disputado en el Mandalay Bay Events Center de Las Vegas, Nevada. En el combate co estelar de la velada, Josh Koscheck sometió mediante un estrangulamiento trasero a Anthony Johnson.

En abril de 2006 el jurado había visto ganador a Ortiz por un escaso margen. En noviembre de 2009 sucedió lo mismo, pero quien salió con el brazo levantado esta vez fue Forrest Griffin, tras un combate de estupendo nivel técnico por parte de ambos peleadores.

Griffin (17-6) mantuvo las acciones de pie durante un largo tiempo, por lo que pudo controlar los constantes ataques de Tito, que no peleaba desde hace un año y medio. Tras dos primeros asaltos muy cerrados, Forrest hizo gala de su resistencia física y le dio una paliza a su rival en el tercero.

Ortiz (16-7-1) pudo llevar el dominio con su intenso golpeo en el suelo. Su arma de siempre, los codazos desde la guardia del oponente, hicieron efecto a mediados de la segunda vuelta, cuando el ganador de TUF 1 evidenció sangre en su rostro y un pequeño corte.

A pesar de esa dificultad, Griffin siguió evitando los derribos y se llevó un merecido triunfo tras dos derrotas consecutivas que lo ponían lejos de alguna gran oportunidad por el cinturón. Con este resultado, quedó todo abierto para un tercer y decisivo encuentro que se podrá hacer con el correr del tiempo.

En las 170 lbs. Josh Koscheck se acerca cada vez a una oportunidad titular ya que sometió en un enfrentamiento muy complicado al golpeador Anthony Johnson.

Fueron dos rounds manchados por algunas incorrecciones de los peleadores que lograron que el combate se detenga varios minutos por golpes prohibidos. Johnson le conectó un rodillazo en la cabeza a su rival en el suelo (motivo por el que el referí le descontó un punto) y Koscheck (16-4)  incurrió dos veces en el llamado “piquete de ojo” pero no fue intencional.

A pesar de estos problemas, Josh llevó el ritmo del combate sin entrar en la velocidad frenética de su rival. Con un correcto trabajo de wrestling lo derribó, luego lo montó y le ganó la espalda para conseguir el estrangulamiento trasero a los 4 minutos y 47 segundos del segundo round.

Con esta derrota Johnson (8-3) tendrá que replantearse algunas cosas ya que, como demostró su rival, no sólo es necesario tener la mano pesada para conseguir un triunfo. Muchas veces se tiene que ser inteligente y eso fue Koscheck que, a pesar de la notoria diferencia de tamaño, llevó adelante una estrategia acorde a lo que necesitaba para triunfar como lo hizo.

En otra pelea muy entretenida Paulo Thiago venció claramente por decisión unánime al debutante en UFC, Jacob Volkmann quien demostró un nivel más que interesante.

Si bien desde el comienzo se lo notó a Thiago (12-1) superior, su rival siempre se las ingenió para ponerlo en apuros, como cuando lo atrapó en un estrangulamiento D’Arce casi imposible de escapar y de concretar por la posición en la que estaba.

Con mucho oficio el brasileño conectó grandes golpes que derribaron a Volkmann (9-1) en más de una ocasión, pero el corazón del estadounidense hizo que la pelea durara los 15 minutos. El fallo del jurado fue justo y ambos se llevaron una gran experiencia para seguir puliendo sus errores.

En la mejor presentación de la noche, el brasileño Antonio Rogerio “Minotoro” Nogueira hizo su presentación triunfal en la empresa de Dana White con un espectacular nocaut técnico sobre su compatriota Luiz Cane.

Nogueira (18-3) comenzó siendo poco agresivo ya que se lo vio caminar el octágono para acostumbrarse a la superficie. No habían pasado 30 segundos y ya estaba despachando zurdazos que impactaron de lleno en la mandíbula de Cane (11-2, 1 NC).

De la primera andada de golpes pudo escapar, pero de la segunda no. Minotoro se lanzó una vez más con todo y obligó al referí a interceder cuando iba un minuto y 56 segundos de comenzado el combate.

En la pelea que dio por iniciado el PPV, Amir Sadollah esquivó los primeros bombazos de Phil Baroni y se hizo con la victoria por decisión unánime.

Como si no hubiera cambiado nada ingresó Baroni (13-12) nuevamente a UFC. Arrogancia por donde se lo mire y buenas manos en el comienzo del primer round que parecieron sacudir a Sadollah (3-1).

El campeón de TUF 7 ni se inmutó y decidió seguir con su trabajo: Caminar el octágono hasta que su rival se canse, indefectiblemente eso sucedió y Amir ganó gran parte de la pelea con esa estrategia.

Luego de esos primeros minutos complicados apareció el Muay Thai que tanto había pregonado y, a fuerza de patadas a las piernas, rodillazos y codazos, castigó durante lo que restaba del combate a un Baroni que se vio sin fuerzas.

Si bien muchas veces los rostros de los competidores no reflejan cómo fueron las acciones, en este caso sí. Baroni terminó todo cortado, mientras que Sadollah sólo tenía muecas de cansancio. Un digno combate y una gran victoria para Amir.

En lo que puede llegar a considerarse la sorpresa de la noche Ben Saunders noqueó de manera espectacular a Marcus Davis.

Saunders (8-1-2) llevó con velocidad la acción al clinch. Allí la gran diferencia de talla a su favor le daba claras ventajas ya que con un simple movimiento podía conectarle un rodillazo a su rival.

Así fue pasando el tiempo y los golpes eran muchos. Davis (21-7) hacía lo que estaba a su alcance para escapar pero no pudo. Ben lo atrapó con una rodilla en plena mandíbula y lo puso a dormir cuando iban 3:24 del primer asalto.

En la categoría de los medianos, Kendall Grove escapó a los primeros embates de Jake Rosholt y lo sometió a través de un triángulo cuando iban 3:59 del primer round.

Rosholt (6-2) comenzó dominando con su wrestling y trayendo de aquí para allá a su rival. El tiempo pasaba y Grove (13-6) no podía encontrar una apertura para aplicar un movimiento que lo deje salir de ese acoso constante.

Luego de una pequeña transición en el suelo, Kendall quedó en una posición justa para hacer un triángulo y no la desaprovechó. La única salida que tuvo su rival fue rendirse. Con esto, Grove vuelve a ganar tras su última derrota, ¿Su próximo paso? Encontrar la regularidad perdida.

En otro combate de pesos welter, Brian Foster se repuso a las dos infracciones de Brock Larson en el primer round y le ganó por nocaut técnico en el segundo tras conseguir una de las mejores actuaciones de su carrera profesional.

Foster (15-4) se mostró muy veloz en el intercambio de golpes y fue siempre hacia delante a pesar de las constantes incorrecciones de Larson (27-5) que se notó superado en todo momento. El final llegó a los 3:25 del segundo tercio cuando el referí se apiadó de un Larson que estaba siendo muy golpeado en el suelo.

Como pocas veces sucede en UFC (desde Tito Ortiz vs. Rashad Evans) la pelea entre el japonés Caol Uno (25-12-5) y el brasileño Fabricio Camoes (10-4-1) terminó empatada. La decisión de los jueces fue mayoritaria, ya que uno de ellos vio vencedor a Camoes pero el punto que le restaron debido a una patada ilegal le jugó una mala pasada y lo terminó castigando severamente.

El australiano George Sotiropoulos (11-2) consiguió su cuatro triunfo en el octágono tras aplicar una estupenda llave de brazo sobre Jason Dent (19-11) cuando iban 4:36 del segundo round.

Otra noche plagada de excelente combates en el Ultimate Fighting Championship. Si bien se sufrió con las bajas de Brock Lesnar (a quien le deseamos una pronta recuperación), Shane Carwin y Mark Coleman, el evento salió perfecto.

Hubo muchos nocauts y sumisiones, pero las peleas que fueron a la decisión también entretuvieron a los fanáticos.

Queda esperar cuál será la resolución que tome Dana White junto a Joe Silva, pero si dos peleadores terminan sus dos combates por decisión dividida lo mejor que se puede hacer es desempatar.

Ellos demostraron estar dispuestos y la gente también. No habría que esperar tres años más. Ortiz y Griffin quieren volver a enfrentarse, prometen sacarse chispas hasta terminar con este duelo personal. Van 1-1 y todos quieren que haya un ganador. Es sólo cuestión de tiempo.