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Previa de UFC 170: Ronda Rousey vs Sara McMann

La pelea estelar del UFC 170 en el Mandalay Bay Events Center de Las Vegas el 22 de febrero presentará la pelea por campeonato femenil de peso gallo entre dos peleadoras invictas, Ronda Rousey y Sara McMann. Previo al combate, revisamos el conjunto de habilidades de cada una para su encuentro.

Recién terminado el UFC 168 el pasado 28 de diciembre del 2013, en el que Rousey obtuvo su segunda pelea en la promotora y su segundo triunfo sobre Miesha Tate para defender su título, el presidente del UFC, Dana White, mostró un póster durante la conferencia de prensa después del evento. El póster presumía la imagen de dos mujeres que encabezarán el UFC 170 en Las Vegas: Ronda Rousey y Sara McMann.

El anuncio fue tan explosivo como la personalidad y el estilo de pelea de Rousey (8-0), que tuvo su segunda pelea en el UFC después de diez meses de su debut dentro de la promotora. Ahora, Rousey prácticamente brincó de un campamento de entrenamiento para la pelea con Tate, a otro, para la pelea con McMann.

Todas las victorias de Rousey en todos sus combates han llegado vía barra de brazo – ocho como profesional y tres como amateur – una cifra que no tiene precedentes. Todas ellas han sido en el primer round, con la excepción de la más reciente ante Tate (tercer round). Su pasado olímpico como yudoca y sus resultados como peleadora de artes marciales mixtas (MMA por sus siglas en inglés) reflejan la tendencia y el gusto de Rousey para llevar las peleas al piso y buscar la sumisión. La efectividad detrás de su técnica y estilo la llevaron ha consagrarse como la campeona de peso gallo de Strikeforce, y después del UFC.

Rodeada del éxito, es fácil olvidar que Rousey apenas cumplirá tres años como peleadora profesional de MMA, y a pesar de su rápido ascenso, ha mantenido la disciplina de seguir buscando la mejoría. Rousey sigue desarrollando no sólo la técnica, si no un estilo propio en la pelea de pie, pero en su combate más reciente ante Tate, mostró una técnica limpia de golpeo, cuidando la guardia y girando la cadera para mantener su cuerpo detrás de éstos. Su pelea aún se basa en cerrar la distancia para lograr enganchar a su oponente, donde ha mostrado ser agresiva con ataques con codo, puño y rodilla, preparando sus derribes y proyecciones. En general, la fuerte personalidad de Rousey también se ha reflejado en su habilidad de controlar el centro del octágono, manteniendo un ritmo alto de pelea, y abrumando a sus oponentes en su búsqueda de aplicar su característica barra de brazo.

Sara McMann (7-0), sin embargo, ofrece un reto interesante. Su exitosa carrera olímpica en lucha la extendió a sus recientes competencias de grappling y MMA. Al igual que Rousey, McMann ha mostrado la tendencia de llevar las peleas al piso, controlar las posiciones, buscar sumisiones, e incluso mantener para trabajar el golpeo a ras de lona, así como lo hizo en su debut dentro del UFC ante Sheila Gaff en el UFC 159 en el que consiguió una victoria por nocaut técnico en el primer round. No obstante, en la pelea de pie, McMann es explosiva y lanza sus golpes en ráfagas peligrosas que le sirven para cortar la distancia y buscar los clásicos derribes de lucha a una y dos piernas, así como el suplex desde el clinch. En su última pelea antes de entrar al UFC contra Shayna Baszler, McMann mostró estar preparada y dispuesta de combatir tanto de pie como en el piso. Con su alto grado de lucha y grappling, McMann podría neutralizar los ataques preferidos de Rousey y obligar el intercambio en la pelea de pie.

Casi diez años después de competir en los Juegos Olímpicos del 2004, estas atletas ahora se estarán enfrentando en el escenario más grande de MMA, el octágono del UFC. El 22 de febrero en el UFC 170, Rousey y McMann estarán encabezando la cartelera, jugándose sus récords invictos y el campeonato femenil de peso gallo.


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