Por Emiliano Cándido - Quizás con solo seis peleas como profesional en las artes marciales mixtas suene apresurado decirlo, pero Pat Barry con esas pocas presentaciones ha demostrado que es el mejor striker que hay en la división. Y tendrá la posibilidad de demostrarlo el sábado 12 de junio en el UFC 115 cuando se enfrente con el croata Mirko “Cro Cop” Filipovic, sí el mejor striker de los pesos pesados de todos los tiempos.
Desde el Octágono
Por Emiliano Cándido
Quizás con solo seis peleas como profesional en las artes marciales mixtas suene apresurado decirlo, pero Pat Barry con esas pocas presentaciones ha demostrado que es el mejor striker que hay en la división. Y tendrá la posibilidad de demostrarlo el sábado 12 de junio en el UFC 115 cuando se enfrente con el croata Mirko “Cro Cop” Filipovic, sí el mejor striker de los pesos pesados de todos los tiempos.
Desde octubre del año pasado que este peleador de 30 años no ve acción. Aquella noche noqueó al holandés Antoni Hardonk y embolsó una buena cantidad de dólares en su cuenta bancaria ¿Por qué? Mejor nocaut y mejor pelea de la noche. Más no podía pedir.
Pero su momento de gloria llegará con el combate ante Mirko Cro Cop, en lo que será la pelea co estelar del primer evento de UFC que se llevará a cabo en Vancouver, Canadá. Barry reflexiona sobre el hecho de tener que enfrentarse a un peleador de la talla del croata.
“Estoy esperando el mismo Mirko que se ha presentado siempre. No creo que él tenga porqué temerme, ya se enfrentó con los mejores en su momento y, a pesar de que perdió, también le ha ganado a muchos. Cro Cop va al toma y dame con cualquiera en el planeta, por eso creo que las chances que tengo de sorprenderlo son muy pocas. Me parece que transformaremos este combate en una noche de Kick Bóxing, de hecho, no me quedan dudas de que lo haremos”, comenta presagiando una pelea muy entretenida.
También recuerda el día en que Joe Silva (encargado de armar los enfrenamientos) y el presidente de UFC, Dana White, le ofrecieron la posibilidad de verse las caras frente a Mirko.
“No tuve ni que pensarlo, prefiero pelear con él y no con cualquiera que base su juego en la lucha. Si tengo que hacerlo, lo haré, pero no me interesa pelear con gente que sólo intentará derribarme y tenerme en el piso 15 minutos, paso de eso. Para ser el mejor, hay que vencer a los mejores, y no creo que exista un mejor golpeador que Cro Cop en nuestra categoría”, dice el peleador nacido en Nueva Orleans.
Otros de los hechos importantes en la pelea del sábado es que Barry se estará enfrentando con uno de sus máximos ídolos, uno de esos peleadores de los que ha sacado muchas enseñanzas para desarrollar su carrera tanto dentro como fuera del octágono. Esto puede jugarle en contra como le sucedió a Georges St. Pierre contra Matt Hughes la primera vez que pelearon, pero Barry no cree que sea un inconveniente.
“Ese no será un problema. Él es uno de mis héroes y es alguien del que he aprendido muchas cosas, pero cuando ingresemos al octágono seremos solo nosotros dos. Y ahí no tendré dudas, no quiero tener que ser hospitalizado luego de recibir una de sus patadas así que intentaré noquearlo yo primero”, explica Pat.
Tras haberse lesionado en su último combate frente a Hardonk, necesitó ausentarse un tiempo del octágono para recuperarse. Eso le ayudó mucho para enfocarse en los puntos de su estilo en los que debía mejorar.
“Estuve entrenando mucho en lucha y en Jiu Jitsu. Es más, hace poco gané un torneo para cinturones blancos, vencí por sumisión a mis cuatro rivales y eso me dio mucha confianza para seguir mejorando. Tuve que tomar un tiempo para curarme de la lesión en mi dedo pulgar, pero lo aproveché para ayudar a mis compañeros de equipo”, reconoce orgulloso de sus logros.
Si bien sus peleas siempre terminaron siendo transmitidas en los eventos de los que ha participado, esta es la primera vez que lo ponen en el segundo combate más importante de la noche. ¿Qué significará eso para él?
“Es una pelea y la voy a tomar como todas las otras. Mi mamá está muy emocionada por verme en los posters de los eventos, pero para mí la forma de encarar el combate es la misma de siempre. Hay mucha gente que llega hasta aquí y comienza a ser abucheada porque pelea en forma conservadora, yo quiero hacer todo lo contrario. Mientras más arriba llegue, más me esforzaré para brindar grandes espectáculos”, relata ilusionando a todos.
En esta era de gigantes en los pesos pesados, de campeones como Brock Lesnar y Shane Carwin que necesitan cortar peso para marcar el límite de la división, Pat Barry se ve muy chico frente a ellos (235 lbs), pero no le brinda demasiada importancia.
“La verdad es que todos me sacan mucha ventaja en el peso, pero no me molesta. A mí me gusta pelear con gente del tamaño de Ben Rothwell o Antoni Hardonk que no llegan al límite de la división y que no son tan rápidos como Mirko o Caín Velásquez. Esa es otra de las complicaciones que trae pelear contra el croata, es tan veloz como yo y no tengo la posibilidad de sacarle muchas diferencias en ese aspecto”, explica preocupado por lo que se le viene.
Para finalizar les deja unas palabras a los fanáticos que van a observarlo pelear el próximo 12 de junio.
“No cierren sus ojos ni por un segundo porque va a ser una pelea de un solo asalto. Les aseguro que se divertirán… solo espero ser yo el que gane y que no me pegue antes una de sus patadas en el medio de la cabeza”, concluye.
Es el momento de hacerse ver para Pat Barry. Y, sobre todas las cosas, puede significar un quiebre generacional en la historia de los strikers de los pesos pesados. La leyenda se enfrenta con el mejor de la actualidad, quizás ese sábado sea el día indicado para que uno le entregue la posta al otro y se comience a decir que Barry dejó de ser promesa para transformarse en realidad.