Muchas emociones en los momentos de este episodio de The Ultimate Fighter Latinoamérica. Cerca de la recta final los peleadores comienzan a mostrar aún más sus sentimientos. Cannetti finalmente da muestras de humildad, mientras que Pérez apoya a Quiñonez quien puede ser su rival.
La primera escena emotiva que tenemos en este capítulo del The Ultimate Fighter Latinoamérica es cuando Guido Cannetti, el peleador argentino que tanto ha estado hablando desde el comienzo, tiene que darse un baño de humildad luego el nocaut que le propinara Alejandro Perez.
Tras semanas y semanas en que Guido no paraba de mostrarse a sí mismo como el mejor, como uno que estaba destinado al triunfo, este fracaso fue un balde de agua fría en su inmenso ego. No solo por la manera en que lo vencieron, sino porque fue su segunda oportunidad en la competencia y no la pudo aprovechar. De todas formas, hay que reconocer que desde que le dieron esta oportunidad, en lugar de ¨Chito¨ Vera, él dijo que iba a darle el dinero al ecuatoriano para la operación de su hija. Y ahora reconoció que no lo iba a poder hacer. Como que no todo fue negativo con el ¨Ninja¨.
Una escena bien emotiva es cuando ¨Teco¨ y ¨El Diablito¨ conversan de noche en su cuarto y discuten la pelea contra Marco Beltran. Ahí encontramos una muestra de solidaridad, compañerismo y, sobre todo, sinceridad y complicidad entre amigos. El bajo tono de la voz de ambos y el deseo del ¨Diablito¨ de darle ánimos a su amigo son impresionantes y denotan una intimidad amistosa digna de recordar siempre en la historia del TUF.
Y esa complicidad es aún mayor tras el triunfo de ¨Teco¨ porque, a pesar de que les va a tocar enfrentarse en la final para ver quién llega al UFC y que saben que tienen que ganar, que uno de los dos va a perder, se sienten alegres al saber que el otro va a lograr su sueño en caso de ganar y tiene un rivalidad amistosa al enfrentarse por tercera vez.
Otro momento interesante lo vivimos cuando Beltrán piensa que los otros miembros del Team Velásquez están apoyando a su rival, a ¨Teco¨ porque son del norte de México y se conocen de antes de entrar en la competencia. Para Marco, el pelear sin esquina y apoyo le resulta extraño e incómodo y esa tensión la palpamos en la casa cuando los demás le exigen que limpie la casa y le acusan de no querer hacer nada en la residencia.
Estas tensiones, más que todo, salen a la palestra por el hecho que los mexicanos tienen que enfrentarse entre ellos en camino a la final, pues antes no se veían, cuando eran un equipo compacto en contra del Team Werdum.
Tras estos once capítulos, solo queda uno, en el cual el nicaragüense Leonardo Morales se enfrenta al mexicano Gabriel Benítez, buscando acabar con la superioridad del Team Velásquez.
Ahí nos vemos.
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