El tercer episodio del The Ultimate Fighter Latinoamérica nos trajo más novedades de los participantes y sorpresas, en la casa, y fuera de la misma, comenzando con la visita del actor mexicano Salvador Zerboni, quien lo primero que nos dice es que es un gran aficionado de las MMA.
El casi siempre malvado actor les trae una gran sorpresa a los participantes al llevarlos al UFC 173 en el Hotel MGM Grand para que vieran la pelea de campeonato gallo entre Renan Barao y TJ Dillashaw. La emoción de los muchachos es más que evidente, pues todos saben lo difícil que será para ellos estar en un evento en vivo. No solo para los latinoamericanos, sino para los mismos mexicanos.
Un tema que se notó desde el mismo comienzo es que el Team Werdum siente la presión de dos derrotas seguidas y comentan que les urge un triunfo, mientras que los mexicanos estuvieron todo el programa por los cielos al estar invictos.
Un momento dramático fue cuando Fredy Serrano, el peleador colombiano rival de Alejandro Pérez en este episodio explica por qué está en esta edición del TUF Latinoamérica. ¨Por mis dos familias, la de la calle y la de sangre¨, expresa. Y es que el cafetero nos explica cómo es que creciendo, la lucha olímpica lo llevó por el camino correcto, a diferencia de varios amigos suyos, presos, muertos y en problemas de drogas. Las lágrimas no pudieron faltar en esos instantes.
El drama llegó a su máxima expresión durante la pelea entre ¨El Diablito¨ y el ¨Profe¨, primero porque se fue a un tercer asalto decisivo y, segundo, porque la decisión favoreció al mexicano y la molestia de los pupilos de Werdum fue inmensa. No es para menos, pues tras tres fracasos al hilo, el aire que respiran está bien denso y difícil de digerir. Para las derrotas, la única cura que hay es la victoria y el Team Werdum no ha probado las mieles del triunfo en los tres combates que han tenido.
Cierto que las dos primeras derrotas fueron convincentes, pero esta vez todos ellos pensaban que iban a salir triunfadores, pero las tarjetas de los jueces no les favorecieron. Incluso, Werdum fue a ver personalmente esas tarjetas, bien molesto, a ver qué había pasado. Ahí Fabricio mostró su malestar, el cual siguió estando en la mente de todos los miembros de su equipo.
Esa fue la historia del capítulo tres, donde el denominador común siguió siendo un triunfador equipo mexicano. Ni más ni menos.
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