Desde el octágono, Por Emiliano Cándido - Ser muy extrovertido puede tener mucho que ver para crear una gran base de seguidores. Pero si a eso se le suma una actitud de no rendirse nunca y entregar todo en cada combate, Mike “el bromista” Guymon, se transformará en uno de los peleadores más aclamados por el público. Lo único que le falta es mayor reconocimiento y “Desde el Octágono” pretende que los fanáticos latinoamericanos lo conozcan con más profundidad.
Desde el octágono, Por Emiliano Cándido
Ser muy extrovertido puede tener mucho que ver para crear una gran base de seguidores. Pero si a eso se le suma una actitud de no rendirse nunca y entregar todo en cada combate, Mike “el bromista” Guymon, se transformará en uno de los peleadores más aclamados por el público. Lo único que le falta es mayor reconocimiento y “Desde el Octágono” pretende que los fanáticos latinoamericanos lo conozcan con más profundidad.
Si bien ingresó una sola vez al octágono y perdió ante una de las estrellas del futuro como es Rory MacDonald en sólo 4 minutos y 27 segundos, quiere demostrar que está para mucho más. Su chance de redención estará el próximo sábado 8 de mayo cuando se enfrente con el judoka Yoshiyuki Yoshida.
Quizás sea un rival de no gran nombre y que sólo es recordado por haber caído por nocauts brutales contra Josh Koscheck y Anthony Johnson. Pero este japonés es un competidor nato y muy duro de vencer ya que la forma en que combate es muy complicada de leer: Puede derribar en cualquier momento por más inesperado que sea.
Conociendo sus limitaciones, Guymon intentará dar todo de sí para salir con su brazo en alto, mientras piensa en un combate extremadamente peligroso para sus aspiraciones futuras ya que una derrota podría dejarlo muy cerca de quedar fuera de UFC.
“Yoshida es un oponente muy duro. Creo que es hasta más duro que MacDonald, pero sé qué tengo que hacer para derrotarlo. Su fuerte está en el piso, tendré que evitar que me derribe para que esté incómodo. De ahí en más intentaré que mis puños hablen por mí”, comenta el peleador de 35 años.
Recordando su primer combate, sabe dónde estuvo su punto débil: el desconocimiento de Rory MacDonald y la falta de una estrategia adecuada.
“No lo conocía. Supuse que era bueno, ser tan joven y poder pelear en UFC no es cosa de todos los días, mírenme a mí con 35. Me sorprendió con esa llave de brazo y no tuve hacer otra cosa más que rendirme, así que espero salir feliz de mi próximo combate”, reconoce.
Al no haber mostrado su verdadero nivel en el debut, la incógnita sobre el estilo de Guymon existe, pero él mismo se describe siendo muy autocrítico.
“Soy un peleador que se maneja de forma muy cómoda en cualquier lugar que se desarrolle el combate. Además tengo mucha experiencia. Sé que no soy grandioso en nada de lo que hago, pero sí que hay otras cosas que me salen muy bien”, explica.
Y continúa por comentar cuáles son las mejores armas que tiene a la hora de afrontar un combate: “De mayor a menor, creo que mis habilidades son el striking, el wrestling y el kick bóxing y puede que también otra de mis virtudes es que soy muy fuerte mentalmente”.
El objetivo de muchos es ser campeón, de otros quedar en la historia, los menos ambiciosos piden alguna pelea titular o hacer un combate recordado por años. Guymon desea algo más sencillo y no se sonroja al pedirlo.
“Mi objetivo es que la gente me conozca y sepa de lo que soy capaz de hacer. Si logro eso es porque las victorias llegaron en el momento adecuado”, dice con mucha sinceridad demostrando que no todo en la vida es un título sino que el reconocimiento de los fanáticos también es muy importante.
La lista de apodos en las artes marciales mixtas es muy larga, pero “el asesino”, “el golpeador” y “el Pitbull”, son algunos de los muchos que suelen estar a la moda. Es por eso que a un peleador que lo llaman “el bromista” debe dar una explicación al respecto.
“Eso es muy fácil hasta para los que me conocen. Sólo les pido que pasen cinco minutos conmigo y se darán cuenta. Vivo riéndome de todo y haciendo bromas, es por eso que me dicen así. El apodo es para que te reconozcan, pero no por eso tiene que causar miedo en los rivales”, cuenta Guymon.
Siendo un peleador de peso welter, tiene una palabra más que respetable para analizar a los combatientes que hay en ella.
“Georges St. Pierre está un cuerpo y medio por delante de todos, es un peleador muy completo y, por más que se enfoque en su wrestling, le puede ganar a cualquiera como quiere. Después hay un gran segundo pelotón: Fitch, Koscheck, Alves, Thiago y alguno más que suelen dominar a sus rivales, pero que saben que nunca sobrepasarán a GSP. Y después estamos nosotros: los grandes ambiciosos que buscamos oportunidades importantes dejando todo para ganar”, declara.
Y para finalizar le deja palabras de aliento a los seguidores.
“Solamente quiero decirle gracias a todos los fanáticos que apoyan a este deporte. Muchos les dirán locos o excluidos. Pero el día que todos entiendan lo que son las artes marciales mixtas en realidad será el deporte más apoyado del mundo”, concluye.
Este último párrafo es para prestar singular atención. El crecimiento que ha tenido UFC en los últimos años es tan grande que ya muchas personas comenzaron a mirar con buenos ojos al deporte.
Mike Guymon se demuestra frontal y muy divertido. Deja conceptos claros acerca de lo que piensa y, sobre todo, lo que quiere. Su camino dentro del octágono dependerá mucho de lo que haga el próximo 8 de mayo en el evento UFC 113: Machida vs. Shogun 2 y si gana tendrán que tomárselo muy en serio.
Por más que su apodo lo considera un bromista, Mike Guymon no es ningún chiste.