Pasar al contenido principal
/themes/custom/ufc/assets/img/default-hero.jpg

Lesnar y Carwin se enfrentan por el título de los pesados

 

Lesnar y Carwin se enfrentan por el título de los pesados

Por: Esteban Tomé Fuentes

La espera ha llegado a su fin. El sábado 3 de julio el MGM Grand Garden Arena será testigo del enfrentamiento de dos de los peleadores más electrizantes del UFC. En un lado del octágono estará el actual campeón de la categoría, y ex estrella de la WWE, Brock Lesnar. Odiado por algunos, elogiado por otros, su figura no pasa desapercibida dentro del mundo de las artes marciales mixtas. El  retador de turno será el campeón interino de los pesados,Shane Carwin, verdugo de Frank Mir en el UFC 111.

Lesnar (4-1-0) hace su aparición en el octógono luego de casi un año de inactividad y tras haber padecido una curiosa enfermedad que lo tuvo forzosamente alejado de los entrenamientos por unos meses. Carwin (12-0-0), ingeniero de profesión e invicto en lo que va de su corta carrera profesional, comparte su tiempo entre el trabajo y el entrenamiento. Humilde, centrado y sumamente educado, son cualidades que lo definen dentro y fuera del octógono, contradiciendo a todos aquellos que intentan desprestigiar al deporte argumentando que sus luchadores son hombres violentos o criminales. 

En los papeles, será un combate difícil de predecir ya que ambos peleadores poseen características físicas y habilidades similares. Tanto Carwin como Lesnar pesan aproximadamente 120 kg y su estatura es de 1,88 y 1,90 respectivamente. A pesar de su gran porte, ambos son capaces de desplazarse con una agilidad sorprendente dentro del octágono.

 

 En cuanto a la experiencia, podemos darle la ventaja a Carwin ya que posee más del doble de peleas que su oponente. Es cierto, por otro lado, que Lesnar ha enfrentado a luchadores más reconocidos y de más trayectoria que Carwin.

 

La base y principal arma de cada luchador se encuentra en el wrestling o  lucha (siendo ambos muy parejos en ese rubro) y la capacidad para evitar los derribos. Esa será la clave de la pelea. Quien logre dictar el ritmo y llevar la pelea a donde crea más ventajoso, se llevará la victoria y el título de los pesados. Otra de las incógnitas girará en torno a la capacidad de ambos luchadores para absorber un golpe de nocaut de su rival. Carwin ya ha demostrado con creces que posee una mandíbula de acero capaz de resistir la potencia de oponentes como Gonzaga y Mir. Lesnar no ha sido aún probado en este rubro por lo que no podemos predecir cómo sería su reacción en caso de recibir un golpe de poder de su rival. Lo que sí sabemos es que el 3 de julio habrá que estar con los ojos bien abiertos y no parpadear ya que la pelea podría terminar en cualquier momento.

 

Lesnar tratará de sacar provecho de la ventaja de tres pulgadas en el alcance de brazos que tiene por sobre su rival mediante la utilización de su jab. Carwin, por otro lado, contará con los consejos de su entrenador Greg Jackson, el mejor estratega de la actualidad, quien estará presente en su rincón.

En el supuesto caso de que la pelea fuese al piso, no es claro quien tendría la ventaja. Es probable que  Carwin sea más peligroso que Lesnar por el lado de las sumisiones, aunque ninguno de los dos sea un especialista en el arte del jiu jitsu. Por otro lado, Lesnar ha demostrado que puede

mantener la compostura, evitar involucrarse en  situaciones comprometidas y utilizar su “ground and pound” o golpeo a ras de lona,  para neutralizar a sus oponentes.

 Toda esta expectativa será finalmente develada el 3 de julio cuando ambos gladiadores choquen en lo que será probablemente una de las batallas más memorables de los últimos tiempos.