El peleador Joey Gomez de madre boliviana se prepara para debutar en UFC Fight Night Dillashaw vs Cruz este Domingo 17 de enero.
Joey Gomez no parece un peleador normal durante la semana de pelea, a pesar de estar cortando peso para dar las 135 libras este sábado al subir a la báscula, su humor es ligero, se mueve, bromea con todos los empleados de UFC quienes le muestran por primera vez las diferentes tareas que debe hacer todo peleador.
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Gomez se ve relajado, sonriendo y disfrutando cada momento, de pronto parece difícil imaginarlo en el Octágono buscando destruir a su rival lo más pronto posible. Pero así es, de hecho Joey lleva años esperando explotar en esa octágono.
Su madre es originaria de Bolivia, donde Joey tiene todavía familia. Su padre es de Texas de origen mexicano también, pero el destino quiso que naciera en Fairfax, Virginia, y creciera en el Sur de California: “Desde niño necesitaba esa competencia física, lo sentía en mí. En secundaria pude hacer lucha y cada año mejoré. Cuando me uní a los Marines, tenía todo este entrenamiento y no tenía donde sacarlo, quería algo constructivo donde pudiera sacarlo y usarlo. No era agresión pero este deseo físico por algún tipo de altercado”, comenta Joey sobre los motivos que lo llevaron a su primer acercamiento con las MMA.
Invicto como profesional y a punto de debutar en UFC, Joey cuenta sus inicios al otro lado del mundo, durante una verdadera guerra: “En mi primer curso en Irak (como Marine de los EUA) en nuestro gimnasio encontré a un grupo de compañeros haciendo jiu jitsu, les pregunté al respecto y quise intentarlo teniendo mi pasado de lucha. Me enseñaron a hacer una llave al brazo, un triángulo y una americana. Estaba rindiendo a tipos de 100 kilos, me encantó, me sentí invencible”, dice recordando con emoción.
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Una guerra no es ningún juego ni siquiera para quien tiene el espíritu de guerrero nato como Gomez, y así continua su historia: “Al volver de Irak era joven, cumpliendo 20 años, y no fue fácil ¿sabes?, y tratando de mantenerme alejado del alcohol, bares y esa vida pronto encontré un gimnasio en Carolina del Sur donde me encontraba entonces; el primer día que entré ellos tenían un evento en una semana, les dije que quería pelear, que era Marine y había hecho lucha en el colegio pero estaba listo. Luego de algunos entrenamientos donde me hicieron pedazos supe que no lo estaba, pero sí enamorado del deporte y me dijeron que tenía potencial y corazón, que mejoraría con práctica. Seis meses después de eso tuve mi primer pelea y no he parado”.
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Efectivamente, Joey se siguió con una buena racha de peleas amateur, para en el 2013 convertirse en profesional y ganar todas sus peleas por TKO/KO, todas. Por supuesto era cuestión de tiempo para que recibiera la llamada del UFC: “He perseguido este sueño desde entonces, he comido, dormido y respirado MMA. He visto a todos desde los tiempos de WEC, pensando cómo mejorar. Ahora estoy tratando de asimilar todo lo que pasa. Cuando llegué a la primer persona que conocí fue a TJ Dillashaw y quise no estar nervioso ni verme cómo fan”.
Por si su récord de 7-0 con solo nocauts no fuera suficiente carta de presentación, Joey habla de lo que veremos el Domingo cuando entre al octágono para enfrentar a Rob Font en las preliminares de Fight Pass: “Verán fuegos artificiales. Quiero hacer lo mejor posible. A veces debes ser tan técnico como puedas y en otras sólo morder tu protector bucal y disparar bombas. No porque odies al otro, es solo por cobrar tu cheque y dar un buen espectáculo”.
>>Vea la pelea de Joey Gomez este domingo 17 de enero por UFC Fight Pass desde las 5pm MEX/8pm CHI