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Jared Hamman, donde lo puso el destino

Poder formar parte del plantel de peleadores de la división de los pesos semipesados de UFC es un verdadero reto para cualquiera que lo intente. La categoría con más talento en las artes marciales mixtas es la casa de muchos de los mejores peleadores del momento. Jared Hamman realizó su camino paso a paso y tiene la posibilidad de ser uno de ellos.

Desde el octágono Por Emiliano Cándido

Poder formar parte del plantel de peleadores de la división de los pesos semipesados de UFC es un verdadero reto para cualquiera que lo intente. La categoría con más talento en las artes marciales mixtas es la casa de muchos de los mejores peleadores del momento. Jared Hamman realizó su camino paso a paso y tiene la posibilidad de ser uno de ellos.

Con 28 años de edad debutó en el UFC 105. Si bien su derrota ante Alexander Gustafsson fue rápida y sólo pudo estar en el octágono por 41 segundos, demostró tener lo suficiente como para ganarse una segunda oportunidad.

Esa pelea frenética en la que cayó noqueado lo mostró poco especulador y con muchas ganas de finalizar el combate sin importarle el daño que podía llegar a recibir. En una intensa maraña de golpes, el sueco lo conectó y lo mandó a dormir. Pero cayó como lo hacen todos los guerreros: con la frente en alto.

La posibilidad de reivindicación la tendrá el próximo sábado en el primer PPV 100% en español, el UFC 111, cuando se enfrente en uno de los combates preliminares de la noche a Rodney Wallace.

Ambos necesitan imperiosamente del triunfo ya que puede ser muy complicada su estadía en la empresa de perder sus primeros dos combates. Así que tendrán que salir a ganar y no dejar nada para los jueces. Hamman lo sabe y por eso se preparó para demostrar qué es capaz de hacer.

“Estuve entrenando muy duro para esta pelea, tanto en condición física como en los aspectos técnicos y me siento realmente bien. Estudié los planteos que hace Wallace para los combates, pero en este momento lo que importa es que voy a llegar al octágono y a dar lo mejor de mí”, comenta.

Y continua demostrando que hará lo que sea por ganar: “Planeo hacer lo que yo quiera durante el combate y si no puedo terminarlo y tengo que pelear muy fuerte durante los 15 minutos, no queden dudas que lo haré”.

Lo poco que pudo mostrar en su debut dejó ver a un competidor muy ofensivo y con ganas de brindarle al público un gran espectáculo, pero no hay nadie mejor que él para describir su estilo.

“Cuando estoy peleando no pienso en términos de ganar o perder. Estoy enfocado en dar todo lo que tengo, dar mi mayor esfuerzo y obtener la victoria o salir derrotado llegará luego de haber dejado todo”, relata.

Al no pensar en ganar o perder, llega al octágono muy relajado: “Con esta mentalidad puedo mantenerme muy calmo antes de cada combate, los nervios no se apoderan de mí. Eso me hace capaz de poder pelear muy duro sin nada de qué preocuparme durante ese tiempo”.

Y, para describir más fielmente su estilo, dice algo que a todos los fanáticos les gusta escuchar.

“Prefiero terminar las peleas por nocaut o nocaut técnico, odio terminar en la decisión de los jueces. Si dejé un combate en sus manos es porque no peleé tan duro como ameritaba la situación”, reconoce.

Si se trata del entrenamiento previo a las peleas Hamman no se guarda nada. Siempre se prepara pensando en que se puede mejorar y más aún si no se tiene tanta experiencia en una actividad tan dura.

“Estoy mejorando constantemente en todas las áreas de las artes marciales mixtas. Hace solo cuatro años que estoy haciendo esto y no tenía experiencias de peleas previas a comenzar con mi entrenamiento. Yo sólo era una atleta en busca de competencia, porque me encanta competir. Y como este deporte se ha vuelto tan dinámico, necesito mejorar todos los días”, confiesa.

A la hora de comentar sobre sus orígenes como peleador sorprende a todos con una respuesta que no es la que todos acostumbran.

“Quizás suene extraño pero jamás había planeado la posibilidad de hacer un camino de victorias que me depositaran en UFC. Empecé a pelear cuando estaba en la universidad y entrenaba a los jugadores de fútbol americano, era uno de mis hobbies” recuerda.

A excepción de muchos otros que siempre soñaron con esto, Hamman lo toma como un regalo caído del cielo, pero también como una prueba a superar ya que le encanta tener grandes retos.

“Nunca pensé ni soñé con estar en el lugar en el que me encuentro ahora. Como dije antes, a mí me encanta competir, me encanta probarme a mí mismo y UFC tiene a los mejores peleadores del mundo. No se me ocurre otra forma de ser mejor probado en el mundo de las MMA que peleando dentro del octágono”, cuenta Jared, mostrando grandes diferencias con la mayoría de sus colegas.

El objetivo es claro y no muy ambicioso. Al menos por ahora mantiene los pies sobre la tierra y sabe que no puede pensar más allá de su próxima pelea.

“Voy a tomar las peleas una a una y entrenar tan duro como pueda. Yo sé que mi destino fue trazado hace ya mucho tiempo, pero le estoy muy agradecido a quien lo hizo de haberme dado esta oportunidad tan grande de vivir de lo que amo”, declara.

La categoría en la que se encuentra Hamman, los semipesados, es sin lugar a dudas, la más dura y completa desde hace años. Jared brinda su opinión acerca de lo que significa tener la oportunidad de poder entrenar con los mejores.

“He tenido la posibilidad de hacer sparring con Quinton Jackson, Lyoto Machida y Chuck Liddell en los últimos años y uno de mis compañeros de entrenamiento es Vladimir Matyushenko. Quiero decir que es, definitivamente, la división con mayor cantidad de peleadores talentosos”, relata.

Y sigue su explicación: “El campeón, Machida, es asombroso y todos los demás que esperan que dé un paso en falso y están al acecho son excelentes. Creo que sería un gran honor algún día poder enfrentarme con alguno de ellos, sería sencillamente espectacular tener un reto de esa magnitud”.

Hamman se hace un tiempo para resaltar las actitudes que se dan fuera del octágono entre los peleadores. De este tipo de acciones todos los fanáticos tendrían que sentirse orgullosos.

“Las artes marciales mixtas son un gran deporte. Con la mayoría de los peleadores con los que me he enfrentado pude sentarme después de nuestro combate a tomar algo y a disfrutar del evento. Es un deporte lleno de honor y respeto y espero que se siga por este camino durante mucho tiempo más”, comenta.

Y para finalizar les deja una palabras de agradecimiento a los seguidores.

“Les quiero agradecer a todos ustedes porque gracias a sus palabras de apoyo y a las ganas que tienen de vernos pelear nosotros podemos vivir de lo que verdaderamente nos gusta hacer. Gracias por tanto”, concluye.

Así es Jared Hamman, un peleador que no se deja vencer por los retos, pero que sí los afronta con ganas y con mucha pasión. Un ejemplo a seguir por donde se lo mire y un verdadero guerrero en el octágono. Esperemos que ese destino que cree trazado lo deposite de cara a buenas victorias y oportunidades porque con todo el esfuerzo que hace se las merece.

Y si de destino se trata el nuestro comenzará a resaltar esa misma noche del 27 de marzo. Por primera vez en la historia tendremos un PPV 100% en español. Además de Jared Hamman, tendremos a Georges St. Pierre contra Dan Hardy por el título de los welter, Frank Mir frente a Shane Carwin por el interino de los pesados y una gran revancha entre Jon Fitch y Thiago Alves. ¡Adquiéralo antes de que el tiempo se acabe, es una oportunidad única, no se va a arrepentir!