Con los debuts de un número de mexicanos en el UFC, el país ha mostrado la capacidad de generar ese ansiado peleador moderno de artes marciales mixtas, y el panorama sólo parece pintarse mejor.
El 2014 vio la boom de las artes marciales mixtas en México por fin estallar, oficialmente, digamos, con la llegada del primer evento del UFC en el país: UFC 180 el pasado 15 de noviembre de 2014 en la Arena Ciudad de México. Fue la culminación de la primera temporada de The Ultimate Fighter Latinoamérica, siendo testigo de dos mexicanos coronarse como los primeros e históricos campeones de esta versión del reality, y varios debuts. El evento, en conjunto con el programa, también despertó a un gigante dormido, un México que en la sangre tiene corriendo guerreros natos que por el llamado de la modernidad, era sólo una cuestión de tiempo para que aparecieran con fuerza dentro del MMA.
La atención completa del país ha estado enfocado en los integrantes mexicanos de TUF Latinoamérica. El primero en debutar después del programa fue Rodolfo Rubio que viajó hasta Brasil, y aunque los tres rounds terminaron con una decisión en su contra, el paso se tomó. De ahí, en el UFC 180, Marco Beltran ganó el primer combate en la historia del UFC en México; Henry Briones impresionó con un enorme upper y un mataleón que obtuo el bono de “Pelea de la Noche”; Gabriel Benitez aplicó una variación de la guillotina para dejar a su oponente desmayado; Alejandro Perez se convirtió en el primer ganador del TUF Latinoamérica, y Yair Rodriguez lo siguió en su categoría peso pluma. La noche también vio el debut de Augusto Montano quien obtuvo otra victoria en el primer round.
Platicando con Jamie Pollack, vicepresidente del UFC que supervisa las operaciones de la empresa en Latinoamérica, me comentó: “Cuando ves a una arena prácticamente llena desde la primera pelea preliminar, y la gente gritando con la misma emoción en esa pelea con la que gritaron en la pelea estelar, sabemos que es un país listo y ansioso por ver más MMA”.
El hecho de que se agotaran los boletos para el UFC 180 en tan sólo ocho horas, y que la lesión de la gran estrella y campeón de peso completo, Cain Velasquez, no influyera en la energía de la arena a pesar de su ausencia, son otras señales de que México ha despertado al llamado del MMA.
Antes de todo el ruido, a principios del año se anunciaron las contrataciones de los
mexicanos Juan Puig de 25 años y Akbarh Arreola de 31. Jóvenes y experimentados, ambos terminaron el año con dos peleas dentro del UFC, Puig con dos derrotas, y Arreola con una derrota inicial pero seguida por una impresionante victoria en el primer round. Marcaron pasos más discretos, pero sin duda los marcaron.
Entre el bullicio del año, no podríamos dejar de mencionar una de las figuras más importantes para el MMA en México, y que de alguna manera solitaria, comenzó a abrir brecha para sus paisanos en el UFC: Erik Perez. Aunque ha habido otros peleadores nacidos en México, ha sido “Goyito” quien encajó realmente con el pueblo que lo vio nacer y crecer. Hoy lo acompañan todos estos peleadores mencionados, pero con 25 años recién cumplidos, Pérez ya lleva seis peleas en el UFC, iniciando su carrera en la promotora en el 2012 con tres victorias en el primer round.
Más que la ventana, las puertas ya están abiertas, el camino trazado, y el país despierto. El MMA en México llegó de manera oficial, las futuras promesas comenzaron a llegar al UFC, y aunque hay detalles lógicos por afinar tanto en el aspecto deportivo como organizacional para un país iniciándose en las grandes ligas, la ola llegó, y la segunda viene en camino.
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