Pasar al contenido principal
/themes/custom/ufc/assets/img/default-hero.jpg

Franklin y Cro Cop salen victoriosos

Por Emiliano Cándido - Rich Franklin venció por nocaut en el primer asalto a Chuck Liddell en la pelea central del UFC 115 realizado en Vancouver, Canadá. El combate co estelar vio ganador a Mirko Cro Cop por sumisión sobre Pat Barry luego de tener un comienzo muy complicado. También ganaron Martin Kampmann, Ben Rothwell y Carlos Condit.

Por Emiliano Cándido

Rich Franklin venció por nocaut en el primer asalto a Chuck Liddell en la pelea central del UFC 115 realizado en Vancouver, Canadá. El combate co estelar vio ganador a Mirko Cro Cop por sumisión sobre Pat Barry luego de tener un comienzo muy complicado. También ganaron Martin Kampmann, Ben Rothwell y Carlos Condit.

Es difícil buscar un punto para comenzar cuando un evento brindó tanta calidad en combates y, sobre todo, vio a una de las mayores leyendas de este deporte perder y prácticamente retirarse sin poder salir con su brazo en alto.

Rich Franklin fue llamado a último momento como reemplazante de Tito Ortiz e hizo todo lo que debía. Preparó la pelea con una estrategia que mantenía alejado a Chuck Liddell lo suficiente como para no entrar en roses innecesarios y caer por el poder de sus puños. Ese planeamiento duró no más que un par de minutos.

Ni bien fueron al primer intercambio, todo lo planeado se fue por la borda y comenzaron a tirar bombazos. Quien llevaba las riendas era Liddell (21-7) que conectaba cuanto golpe y patada arrojaba (una de esas le quebró el brazo izquierdo a Franklin) ante un rival que intentaba esquivar lo que podía.

Parecía que “el hombre de hielo” había vuelto y Franklin (28-5, 1 NC) estaba completamente abrumado, hasta ese momento fatídico. Faltaban 10 segundos y Liddell comienza a lanzar golpes con ánimos de finalizar, “Ace” retrocede y tira un derechazo que impacta de lleno en la boca de Chuck que cayó derrumbado y sin reacción posible. Herb Dean se puso entre ambos, la pelea había concluido.

Franklin miraba atónito, aún no podía creer lo que había conseguido. Uno de los triunfos más importantes de su carrera deportiva y, sobre todas las cosas, tal vez haya sido el último hombre que compartió un octágono con el ex campeón semipesado y miembro del salón de la fama de UFC.

El combate co estelar de la velada dejó en claro que es muy importante respetar al rival, pero que darle “una vida más” puede ser desastroso para las aspiraciones propias. Eso hizo Pat Barry y Mirko Cro Cop lo aprovechó para obtener un triunfo que pudo haber sido el despegue definitivo de esta racha de irregularidad.

La pelea, rápidamente, fue a favor de Barry (5-2) que conectó una buena derecha que sentó en el piso a su rival, lo mismo que sucedió un par de minutos después. Al parecer Pat le tuvo mucho respeto a su ídolo y prefirió mantenerse de pie e intercambiar golpes sin ir a finalizarlo cuando todo preveía que ese era el momento justo para hacerlo. Grave error.

En el segundo y tercer asalto Cro Cop (27-7-2, 1 NC) sacó a relucir sus credenciales como artista marcial mixto y llevó la pelea al suelo en diferentes circunstancias. La primera vez buscó el derribo, la segunda lo consiguió a puro golpe. Cuando vio el espacio, supo aplicar el estrangulamiento trasero y terminó por hacerse con el triunfo cuando iban 4:30 de la última vuelta.

Un triunfo muy importante para las aspiraciones futuras del croata y, quizás, para poder reclamar una revancha ante Gabriel Gonzaga o Cheick Kongo. ¿Pat Barry? Una lástima que el mejor kick bóxer de la división no sepa finalizar los combates en el suelo.

En la categoría welter, el danés Martin Kampmann sorprendió a propios y extraños y realizó un plan de combate perfecto para terminar con las aspiraciones del brasileño Paulo Thiago.

Kampmann (17-3) le regaló al público canadiense la mejor actuación de su vida en las 170 lbs. y con un manejo excelente de las distancias cuando estaban de pie y un trabajo espectacular en el suelo neutralizó todos los ataques intentados por Thiago (13-2).

Sin lugar a dudas una grata sorpresa debido a que hacía mucho tiempo que no se podía ver a este peleador oriundo de Dinamarca en un nivel tan alto y siempre se había esperado mucho de él. Si los triunfos siguen quizás el año que viene sea su momento de pelear por el cinturón.

En la máxima división de peso, Ben Rothwell venció por decisión unánime al holandés Gilbert Yvel, dejando en claro que tener buenos conceptos en el piso ayuda al triunfo de cualquiera que se canse en el último asalto.

Rothwell (31-7) salió con todo a buscar el nocaut, pero rápidamente decidió derribar a su rival y trabajar en el suelo. Yvel (36-15-1, 1 NC) podía volver a la vertical esporádicamente y lanzaba unos cuantos bombazos que ponían en aprietos a su rival.

Tal es así que en la segunda vuelta casi lo finaliza debido a un furioso golpeo a ras de lona que no terminó con el combate debido a la muy buena defensa de Ben. Muy parejos llegaron al tercer round y la lucha de Rothwell fue el factor determinante para no pasar más sobresaltos. Pasó desde la media guardia a una montada lateral, completa, media nuevamente. Un espectáculo que dejó al holandés confundido y derrotado.

La primera pelea televisada de la noche vio el duelo más atrapante en el que Carlos Condit venció por nocaut técnico a los 4:53 del tercer asalto a la joven estrella local Rory MacDonald.

El combate era muy ajustado y MacDonald (10-1) parecía tener la ventaja debido a los interesantes derribos que concretaba, a pesar de que no conseguía nada debido a las grandes defensas de su rival. Condit (25-5) necesitaba salir a buscar la victoria en el último round y decidió escuchar a su entrenador Greg Jackson que fue claro como pocas veces alguien puede serlo: “Quiero que hagas de esto una guerra”, y Carlos aceptó el reto.

Los últimos 5 minutos comenzaron y se largó con todo lanzando combinaciones de golpes que eran veloces y eficaces, buscó el piso y lo consiguió por lo que empezó a lanzar codazos que acertaban de lleno en su blanco: MacDonald. El tiempo pasaba y el castigo era cada vez mayor, faltaban solo 7 segundos y el referí detuvo las acciones. Condit lo había logrado.

Seguramente creerán que el joven de 20 años se fue a quejar con el árbitro. Todo lo contrario, felicitó a su rival y reconoció que estaba perdiendo. Todo un caballero y un futuro campeón.

Quizás la mayor sorpresa de la noche la dio Evan Dunham quien se impuso por decisión dividida a su compañero de equipo Tyson Griffin. Dunham (11-0) hizo valer su diferencia de alcance y contrarrestó todas las patadas de su rival con un directo que siempre daba resultado. Griffin (14-3) buscaba el derribo pero siempre terminaba con su oponente en la espalda intentando un estrangulamiento trasero. Muy justa la victoria para el invicto.

Todo lo contrario sucedió con Matt Wiman que “sometió” mediante una guillotina al minuto y 45 segundos a Mac Danzig. La llave estaba aplicada y Danzig (20-8-1) muy lejos de rendirse. El referí Yves Lavigne opinó lo contrario y declaró ganador a Wiman (12-5). En otro hecho destacable el perdedor declaró:”Yves está haciendo su trabajo. Si creyó que me había desmayado estuvo perfecto, solo quiso cuidarme y se lo agradezco”. Revancha asegurada.

En los pesos medianos Mario Miranda (12-1) venció por nocaut técnico al local David Loiseau (18-10) quien, aparentemente acaba de dar su último paso en UFC.

Las peleas restantes se las robaron los pesos welter.

El ganador de la novena temporada de The Ultimate Fighter, el inglés James Wilks (8-3), venció por decisión unánime al polaco nacionalizado alemán Peter Sobotta (8-3).

La nueva sensación canadiense, Claude Patrick (12-1) venció a través de una guillotina a Ricardo Funch (7-2) cuando iba un minuto y 48 segundos de la segunda vuelta.

La primera de la noche vio vencedor a Mike Pyle (19-7-1) por sumisión técnica (triángulo) sobre Jesse Lennox (15-3) a los 4:44 del último round.

Un evento plagado de excelentes combates, sin lugar a dudas uno de los mejores espectáculos de lo que va de 2010 en calidad de peleas. Franklin y Mirko son los dos ganadores de las peleas más importantes.

Pero la nota saliente es que, quizás, haya sido la última vez que vimos a Chuck Liddell pisar un octágono.  Esta fue la noche en la que un hombre (Franklin) se convirtió en leyenda por derrotar a otro (Liddell) que se convirtió en un mito.

Muchas gracias Chuck, el mundo de las artes marciales mixtas estará eternamente agradecido con vos y te recordará como uno de los peleadores más grandes de todos los tiempos.