Por Armando Alvarez - La última vez que vimos a Rashad Evans en el Octágono fue en mayo cuando se midió ante Lyoto Machida buscando su primera defensa del título de las 205 libras que le arrebató a Forrest Griffin en diciembre del año 2007. Era una pelea muy anticipada ya que ambos nunca habían perdido. Cuando el encuentro terminó, Machida le había robado el campeonato y el invicto. Evans, por primera vez en 15 combates como peleador profesional, se fue con el sabor amargo de la derrota.
La última vez que vimos a Rashad Evans en el Octágono fue en mayo cuando se midió ante Lyoto Machida buscando su primera defensa del título de las 205 libras que le arrebató a Forrest Griffin en diciembre del año 2007. Era una pelea muy anticipada ya que ambos nunca habían perdido. Cuando el encuentro terminó, Machida le había robado el campeonato y el invicto. Evans, por primera vez en 15 combates como peleador profesional, se fue con el sabor amargo de la derrota.
Casi ocho meses después, Evans se prepara para entrar al Octágono por primera vez desde entonces. El ex campeón de 30 años de edad se enfrentará al brasileño Thiago Silva en la pelea estelar del próximo sábado en el MGM Grand de Las Vegas.
“Trato de no pensar mucho en esa última pelea. En realidad no he pensando mucho en la derrota”, dijo Evans. “Lo que sí he pensado es en los errores mentales y de ejecución que cometí en ese combate. Y no siento esa presión de que tengo que ganar obligadamente. Buscaré pelear lo mejor que pueda, y haciendo eso llegará la victoria”.
Evans admite que ha cambiado un poco su forma de pensar desde esa derrota. La lección que en realidad aprendió es regresar a lo que estaba haciendo antes de haber ganado el campeonato.
“Aprendí a confiar en mí mismo un poco más”, dijo Evans. “Uno gana el campeonato y todo el mundo te dice que eres el mejor del mundo, pero también te tratan de enseñar esto y lo otro, y cómo agregar una nueva táctica. En verdad eso sirve como distracción. Yo ya sabía lo que tenía que hacer para convertirme en campeón. No soy nuevo en este deporte. Llevo mucho tiempo como peleador pero no lo sé todo. Sí les hago caso a personas que me tratan de ofrecer consejos, pero a la vez tengo que cortar algunas de esas distracciones”.
Evans perdió por nocaut frente a Machida y ahora se enfrenta a un contrincante que sabe cómo hacer rendir a sus oponentes. Silva tiene 14 victorias con sólo una derrota (sufrida también frente a Machida) y de esas 14 victorias, 11 las ha logrado vía nocaut.
En su último combate, Silva noqueó al compañero de entrenamiento de Evans, Keith Jardine, en 95 segundos. Evans dice que a pesar de ser amigo de Jardine, eso no le sirve como una extra motivación para esta pelea.
“Yo busco pelear duro por mí mismo antes que nada”, dijo Evans. “Seguro pensaré en Keith durante el combate, pero yo pelearé mi pelea para ganar”.
Evans asegura que está ciento por ciento enfocado en Silva, pero admite que también hay otro peleador en sus pensamientos: Quinton “Rampage” Jackson, su oponente original para este sábado. Ese enfrentamiento no se realizará el día 2 de enero pero Evans afirma que sí se llevará a cabo en algún momento.
“El camino con “Rampage” ha sido uno largo”, dijo Evans. “Nos hemos intercambiado muchas palabras, pero estoy contento de entrar al Octágono frente a Silva este sábado. Esa pelea va a suceder. Primero tengo que enfocarme en Thiago. Todo el mundo me pregunta acerca del combate frente a “Rampage”, pero si no derroto a Thiago, entonces todo lo que hable acerca de “Rampage” no significará nada”.