Pasar al contenido principal
/themes/custom/ufc/assets/img/default-hero.jpg

Diego Brandao quiere arruinar la fiesta en Dublín

El brasileño reemplazará a Cole Miller y se enfrentará al irlandés Conor McGregor en el UFC Fight Night del 19 de julio que tendrá sede en Dublin. El local buscará su tercer triunfo en la entidad ante el apoyo de su gente. 

Tribunas repletas, cada hombre con su cerveza en la mano, y el sueño de ver a su peleador local alzándose con un triunfo en la contienda estelar. Irlanda ya sueña esa imagen, y tacha los días en el calendario para el inicio del UFC Fight Night que se llevará a cabo el sábado 19 de julio en Dublín. 
De un lado, Conor McGregor (14-2), el nacido en las tierras del trébol y amado por todos los irlandeses. Y del otro, el brasileño Diego Brandao (22-9), quien reemplazará al lesionado Cole Miller y buscará aguarle la fiesta a los europeos. El combate está estipulado en 145 libras.

McGregor nació en la ciudad que será sede, donde es considerado un verdadero ídolo. El 6 de abril de 2013 se convirtió en el segundo irlandés en pelear en el octágono de UFC (el primero había sido Tom Egan) cuando venció por un notable nocaut técnico a Marcus Brimage al minuto del primer round. Dejó en claro que es cosa seria, y confirmó su potencial cuando el 17 de agosto de ese mismo año se cargó a Max Holloway en decisión unánime.

Pero, tras tantas buenas, llegó la peor noticia: en una resonancia magnética post victoria, se confirmó que Conor sufrió la rotura del ligamento cruzado anterior. Necesitó operación y tuvo que estar alejado 10 meses del ambiente. “Hay mucha gente que vuelve de una lesión así e incluso regresa mejor”, asegura el número 13 del ranking UFC, confiado de que no habrá secuelas de semejante cirugía.

El momento de Brandao encuentra algunas similitudes con el de su rival de turno. El brasileño arrastra una larga inactividad y su última pelea data del 28 de diciembre de 2013. Aquella vez ni siquiera pudo dar el pesaje (terminó marcando 151.5 libras sobre las 146 permitidas) y encima cayó por KOT1 ante Dustin Poirier.

De todas formas, su coronación como campeón del TUF 14 y sus cinco victorias en UFC lo convierten en un peleador con el que no hay que confiarse. McGregor tendrá que evitar el piso, donde Diego se mueve como pez en el agua. El mundo de las artes marciales mixtas todavía recuerda aquel armbar a Dennis Bermúdez, que le permitió ganar un combate que prácticamente estaba perdido.

“No solo quiero el cinturón, quiero las cabezas de todos los de la categoría en mi plato”, rezó el irlandés, que anhela no detener su racha de triunfos a pesar de la lesión que lo marginó durante tanto tiempo. Su público, su gente, estará firme alentándolo. Brandao tendrá la misión más complicada y deberá luchar inclusive contra el abucheo del público. Quien gane el combate podrá soñar con meterse en el top 10 de los plumas y así seguir el camino para quizás alguna vez tener enfrente al campeón José Aldo.