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Desde el Octagon: Stefan Struve, el rascacielos

Por Emiliano Cándido - Quizás muchos se queden sorprendidos al ver a un peleador que mide 2 metros y 11 centímetros ingresar al octágono. Pero aún lo harán más si ven sus cualidades. Stefan Struve, de sólo 21 años, tiene un record de tres triunfos y una derrota en UFC, pero se hizo un lugar en la opinión del público luego de vencer por decisión unánime al veterano Paul Buentello.


Por Emiliano Cándido


Quizás muchos se queden sorprendidos al ver a un peleador que mide 2 metros y 11 centímetros ingresar al octágono. Pero aún lo harán más si ven sus cualidades. Stefan Struve, de sólo 21 años, tiene un record de tres triunfos y una derrota en UFC, pero se hizo un lugar en la opinión del público luego de vencer por decisión unánime al veterano Paul Buentello.


Si bien el primer paso de este holandés en el octágono fue en falso (perdió con Junior Dos Santos por nocaut técnico en 54 segundos), tuvo otra oportunidad y ahí si que demostró su coraje para afrontar situaciones complicadas.


En el marco del UFC 99 disputado en Alemania su rival era Denis Stojnic. Tras un primer asalto parejo, en el segundo Stojnic salió con todo a castigar a un Struve que sólo recibía golpes. Con su cara bañada en sangre, Stefan revirtió la posición y consiguió un estrangulamiento trasero que le dio el triunfo y, sobre todas las cosas, el respeto de los seguidores.


Su tercera presentación fue en la que demostró sus mayores capacidades de BJJ atrapando en un triángulo a Chase Gormley para salir con la victoria.


En el UFC 107 le llegaba su primera prueba de fuego, y la salteó con éxito. Stefan consideraba a ese combate ante Buentello como un “paso hacia delante en el nivel de competición” y vaya que lo fue.


Tras 15 minutos de intensa lucha Struve ganó por decisión mayoritaria y, a pesar de haber conseguido el mejor triunfo de su carrera, se mostró muy crítico ante su actuación.


“Creo que la pelea debió haber finalizado en el primer round cuando estuve muy cerca de conseguir un estrangulamiento trasero. Ahí él se supo defender y yo no pude someterlo”, comenta el peleador holandés.


“Después se hizo todo más complicado. No respondí bien físicamente y no tuve una buena pelea. Sí, gané, pero no me voy contento con lo que hice, le pido perdón a todos mis fanáticos”, dice muy autocrítico.


Si bien su especialidad está en el intercambio de golpes, con una gran base de Muay Thai y Kick Boxing, ha demostrado conseguir transiciones espectaculares en el piso gracias a sus largas extremidades. A pesar de ser tan completo, reconoce que debe mejorar en varios aspectos.


“Necesito ser más grande y fuerte para competir contra los monstruos de la división pero solo tengo 21 años y no tengo apuro. Así que básicamente tengo todo el tiempo del mundo para mejorar y crecer en mi forma de pelear”, dice, reconociendo su falta de musculatura en comparación con los grandes exponentes de la categoría.


“Las dos peleas que terminé antes del límite fueron por sumisión pero la gente no vio todavía lo mejor de mi Kick Boxing porque contra Paul no lo hice bien, así que es tiempo de mostrarles un poco”, comenta ilusionando a sus seguidores.


Al tener tan solo 21 años, los ojos de varios se han depositado encima de él como uno de los posibles futuros campeones. Su arsenal de sumisiones es muy completo y, si mejora un poco en algunas posiciones a la hora de ir al intercambio de golpes (por ejemplo no anunciar tanto sus patadas), será un duro rival para cualquiera.


“Siempre es lindo escuchar a la gente decir cosas a favor tuyo y muchos dicen que puedo llegar a ser campeón. Mi objetivo es ese, quiero ser algún día el campeón de los pesos pesados de UFC”, declara orgulloso.


“Creo que si uno realmente quiere algo, se tiene el talento necesario y se da todo por alcanzarlo,  puede conseguirlo y no voy a parar hasta lograrlo. Quiero ese cinturón en mi cintura, pero no me voy a apurar para tenerlo. Tengo que ir paso a paso”, comenta sensato, ya que sabe que le faltan varios enfrentamientos para recibir una oportunidad.


En cuanto a metas se lo nota muy tranquilo. Sabe que tiene que ganar mucha experiencia y que no puede apresurarse en pensar en ser campeón o recibir una chance titular.


“Por ahora amo pelear en UFC y por supuesto que mi próximo objetivo es seguir ganando mis peleas y de una manera muy emocionante. Quiero asegurarme de que mi forma de pelear mejore con cada combate.  De esa manera lograré ser el mejor peleador dentro de un par de años”, relata con mucha ilusión de cara al futuro.


Hablando de la globalización de las AMM, Struve comenta que en Holanda siguen creciendo a pasos agigantados, pero que necesitan más gente en UFC (sólo están él y Antoni Hardonk) para lograr que los productores de televisión de preocupen un poco por la difusión.


“El deporte está creciendo bastante y ya tenemos algunos buenos peleadores en las diferentes divisiones. Espero que UFC pueda venir a este país algún día y que los canales de televisión comiencen a transmitir los eventos. Creo que eso seria un gran impulso y atraería a muchos fanáticos, como se logró con el Kick Boxing”, explica.


Y para finalizar les deja unas palabras a los fanáticos.


“Sigan apoyando a los peleadores y por supuesto al deporte en sí mismo como lo hicieron hasta ahora. Traten de que haya más gente que ame a esta actividad de la forma en que ustedes lo hacen. De esta manera podrá seguir creciendo y se convertirá en el más grande del mundo”, concluye.


“El rascacielos”, apodo por el cual se conoce a Struve por obvias razones, ha dado grandes pasos desde que apareció en UFC. Poco a poco ha mejorado su nivel y se pone en la larga fila de contendientes al cinturón que posee Brock Lesnar.


Eso sí, todos deberán cuidarse, el techo del nivel de una persona como el holandés Stefan Struve es muy alto… casi tan alto como sus 2 metros y 11 centímetros.