Desde el octágono, por Emiliano Cándido - Ingresar a UFC y ganar las cinco primeras peleas de forma consecutiva y todas ellas por sumisión no es algo que sucede todos los días. El nivel de los rivales fue en aumento para este oriundo de San Pablo y cada paso que daba lo acercaba más al título. Un error lo hizo caer derrotado y el sábado 6 de febrero buscará retomar su camino hacia la cima. Ese camino que Demian Maia nunca abandonó.
Desde el octágono, por Emiliano Cándido
Ingresar a UFC y ganar las cinco primeras peleas de forma consecutiva y todas ellas por sumisión no es algo que sucede todos los días. El nivel de los rivales fue en aumento para este oriundo de San Pablo y cada paso que daba lo acercaba más al título. Un error lo hizo caer derrotado y el sábado 6 de febrero buscará retomar su camino hacia la cima. Ese camino que Demian Maia nunca abandonó.
La filosofía de este brasileño es única: “Quiero ganar mis peleas sin lastimarme ni lastimar a mi rival” dice convencido y vaya que lo demostró. Su técnica ha ido mejorando con el correr de los minutos en el octágono y puede ganar combates sin siquiera atreverse a tirar un golpe.
El primero de la lista fue Ryan Jensen, luego se sumaron Ed Herman, Jason MacDonald, Nate Quarry y Chael Sonnen. Todos vencidos por la vía rápida de la rendición: tres por estrangulamiento trasero y los restantes por triángulos que son para enmarcar y admirar por mucho tiempo.
El momento de su vida llegaba y un triunfo más lo iba a depositar finalmente ante la oportunidad titular que tanto había buscado. El marco era el UFC 102 y su oponente de turno el experimentado Nate Marquardt. El 11-0 que lucía Maia en su record se hizo añicos luego de cometer un error. Bajó la guardia y lanzó un rodillazo volador. Un directo de su rival lo puso en la lona y sólo fue pelea durante 21 segundos.
“Todavía no entiendo que fue lo que intenté en ese combate. Nunca estuvo en mis planes arrojar patadas y lo hice. Obviamente tampoco estaba hacer ese intento de rodilla voladora, después no supe que pasó, me golpeó y ahí terminó todo. La idea original era derribarlo y trabajar en el piso. Quizás cuando entré perdí por un momento la concentración así que mi error se lo atribuyo a eso”, reconoce el brasileño.
Hoy, con su primera derrota en la espalda, deberá salir a dar todo de sí para recuperar el sendero del triunfo cuando se enfrente con Dan Miller en el UFC 109 que se disputará el próximo sábado 6 de febrero.
Miller es un peleador con menos pergaminos en el piso que Maia. A pesar de eso, sabe cómo llevar un combate de pie por lo que al brasileño le costará si no consigue llevar las acciones a su terreno.
“Dan es un peleador muy complicado. Ha conseguido buenas peleas en UFC y es muy peligroso en cualquier lugar. Si bien lo mejor que hace está en el piso también voy a tener que cuidarme de sus golpes que, con el paso del tiempo, les agregó buenos ángulos y movimiento de piernas”, comenta.
Y continúa dando su opinión acerca de lo que cree que sucederá. “Considero que la pelea se llevará completamente en el suelo y le costará mucho someterme porque pienso hacerlo primero. Me parece que será similar a mi pelea con Jason MacDonald”, pronostica.
También da a conocer cómo saldrá a llevar a cabo el enfrentamiento. A pesar de saber que el fuerte de su rival está en las transiciones en el suelo, no le teme y quiere demostrar quién es el mejor en esa faceta.
“Sea quien sea mi rival mi estrategia será la misma. Mi naturaleza está en el piso y fuera de eso me puedo complicar. Así que intentaré derribarlo y someterlo como hice con todos mis rivales, a excepción de Nate Marquardt. Todo lo bueno que había logrado lo tiré por la borda así que lo mejor que puedo hacer es volver a mis orígenes, derribarlo y buscar alguna llave”, relata convencido.
A la hora de los aspectos a mejorar vuelve a recordar su último combate. Evidentemente se lo sacará de la cabeza sólo con un triunfo y es por eso que intentará focalizarse en lo que él entrenó sin desviar su atención.
“Siempre tengo cosas por mejorar. Primero tendré que focalizarme bien para no cometer el error de mi última pelea. Luego sí las mejoras deberán ser en mi técnica focalizándome en el intercambio de golpes sin tener que depender tanto de los derribos”, dice.
Al planteársele el interrogatorio sobre un rival o combate en especial, tomando en cuenta lo que dijo anteriormente, la respuesta sería obvia. Pero su foco no está puesto en una revancha, él quiere sólo el cinturón y hará lo que sea por conseguirlo.
“Si algún día tengo esa posibilidad, mi elección sería el campeón de turno. Sea quien sea, no me importa, yo quiero esa oportunidad. Hoy es Anderson Silva, mañana puede que sea otro, pero no descansaré hasta ser el campeón”, explica ilusionado.
Para concluir deja algunas palabras para el público.
“Me encanta el deporte y, en él, están sus fanáticos como parte presente. Me siento muy feliz cuando los seguidores se me acercan y me preguntan cosas. De mi vida, de mi técnica, de lo que sea. Son muy agradables y respetuosos. Muchas gracias por todo, siempre pelearé por ustedes”, concluye.
Quedará esperar algunos días para ver cómo reacciona ante su primera derrota como profesional. Para todos suele ser un golpe muy duro, pero también aprenden y no cometen esos errores dos veces.
Maia buscará ser uno de ellos. Mirará hacia adelante y seguirá sometiendo rivales. No muchos peleadores hacen de este deporte algo estético. Maia es uno de ellos y verlo en el piso sólo puede compararse con una obra de arte.