La mexicana pasó de las dudas a ser oficialmente rankeada en las 125 libras
“Lo que no te mata, te fortalece” dice la popular frase al hacer referencia a la entereza que viene luego de un momento difícil. Y vaya que Alexa Grasso puede decirlo, quien superó el Covid-19, regresó al Octágono, brilló ante Ji Yeon Kim en su debut mosca y se posicionó #14 en el ranking de su nueva división.
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La mexicana dio una clínica de striking en UFC Vegas 8: fintas, combinaciones veloces y creativas, cabeceo, posicionamiento de pies y movilidad constante se destacaron en una actuación que además de rankearla luego de una sola pelea en las 125 libras, la sitúa como una de las potenciales referentes de la categoría.
El festejo al escuchar las tarjetas trajo alegría y alivio luego de la odisea que vivió la striker en las semanas previas a la pelea: Alexa fue diagnosticada con Covid-19, lo que produjo el reposo obligatorio, el desandar de todo lo trabajado y el temor a perder capacidad aeróbica como consecuencia de un virus impredecible.
