Dos arenas sudamericanas enardecidas, peleadores en carrera por el título y promesas que brillaron. El año de los latinos fue consagratorio.
Chile quedará en la historia como el primer país de América del Sur aparte de Brasil en recibir un evento de la mayor promoción de MMA del mundo, con un recinto colmado y una atmósfera vibrante.
Seis meses después, Argentina recibió el octágono en un clima de euforia, en una arena que explotó con el nocaut de Santiago Ponzinibbio, héroe local que habló alto y claro: va en busca de la corona de los welter.
Esa noche también marcó el debut exitoso de Pepi Staropoli y de Jesús Pinedo, dos jóvenes talentos que brillaron y confirmaron el nivel de la región. Así como la consolidación de Chito Vera, uno de los más populares latinos en el UFC.
Alejandro Pérez arrasó en sus dos compromisos del año y Yair Rodríguez ratificó por qué es un artista marcial de nivel mundial: a segundos de perder una guerra nos regaló un nocaut de codo ascendente que podría incluso redefinir el striking tal cual lo conocemos.
El cierre del gran año latino llegó con Valentina Shevchenko. La talentosa peleadora de Kirguistán, por cuyas venas corre sangre peruana, se coronó campeona de la categoría mosca. 2018 quedará en la historia como el año en que Sudamérica se integró al UFC y en el que los latinoamericanos se consolidaron como protagonistas.