No es que surgió de algún lado. Es la forma en que me criaron. No me malinterpreten; soy también bromista y a veces digo muchas palabrotas, pero solo quiero ser un ejemplo a seguir. Es todo.
Creo que adquirí una buena disciplina desde mi carrera en lucha y después de las olimpíadas. Debes tener cierto nivel de profesionalidad.
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Estoy listo. Miro a la pelea como lo que es, una pelea. Entiendo que se trata de artes marciales mixtas, pero es simplemente una pelea. Entiendo que tal vez no me sienta bien, que quizá me atrapen con un puñetazo, pero todo estará bien y no hay nada más allá de eso. Así es como veo las cosas.
Nada me inquieta. Reportes negativos de la prensa quizá. Eso es lo único que puede inquietarme. No se me ocurre otra cosa.
No. Tal vez también me afecten los peleadores que inventan mentiras y hablan mal acerca de tu persona. Es algo que no me gusta. Está bien decir algunas cosas y ser gracioso, pero una vez que te metes con la naturaleza de alguien, es algo que tomo muy personal.
Se trata de otro ser humano al igual que yo. Es habilidoso con los sometimientos, y eso merece respeto, pero creo que soy un hombre más duro y también me considero mejor peleador.
Yo mantengo un solo foco. Cuando veo a mi oponente, no veo nada más. No veo a las miles de personas presentes. Simplemente estoy ahí para pelear. Obviamente, estoy consciente de la presencia del público; lo veo cuando ingreso al recinto.
Lo único que me importa es seguir mejorando como peleador, seguir inspirando a mucha gente con el ejemplo y dar lo mejor de mí mismo. No me enfoco en ganar. Me enfoco en hacer las cosas bien, y cuando las hago bien, todo se acomoda en su lugar.
Mi meta es convertirme en campeón mundial el año próximo. Quiero ese cinturón.
Tengo muchos trofeos, pero le haré un espacio.