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El estadounidense Johny Hendricks se enfrentará con su compatriota Robbie Lawler en la pelea estelar del UFC 171 por el título vacante de peso welter el próximo sábado 15 de marzo en Dallas, Texas.
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Tras llevar al límite a Georges St-Pierre en su anterior presentación, Hendricks buscará quitar todas las dudas, noquear a su oponente y convertirse en el nuevo monarca de las 170 libras.
El 16 de noviembre parecía el día indicado para su consagración. 6 triunfos consecutivos lo habían dejado de cara a la oportunidad por el cetro de la categoría. TJ Waldburger, Jon Fitch y Martin Kampmann habían sido brutalmente noqueados mientras que Mike Pierce, Josh Koscheck y Carlos Condit habían caído por decisión de los jueces. Esa era el camino que había depositado a Johny Hendricks ante la mayor oportunidad de su carrera como profesional.
St. Pierre esa noche pareció vulnerable como pocas veces en su carrera y “Bigg Rigg” estaba dando la talla. Sus manos hacían daño, si tenía que derribar lo hacía y evitaba los intentos del canadiense. Los asaltos que ganó, lo hizo con claridad, los demás fueron muy parejos y un viejo axioma muchas veces utilizado en las Artes Marciales Mixtas (MMA por sus siglas en inglés) dice: “Round cerrado, round del campeón”. Y así sucedió, GSP se impuso por decisión dividida y la controversia se instaló para quedarse.
Es recordada la frase de Hendricks en conferencia de prensa “gané la pelea dando el setenta por ciento de lo que puedo dar” pero la realidad fue otra y no se fue con el cinturón. Ahora tendrá una merecida segunda oportunidad cuando se enfrente con Robbie Lawler en la pelea estelar del UFC 171.
“Cuando te enfrentas con alguien como Georges sabes lo que va a hacer. Lanzará muchos jabs, alguna que otra patada alta, una baja y luego buscará llevarte al suelo. Esa es su estrategia y siempre le ha resultado. En cambio con Robbie si cometes un error, él te noqueará y esto lo hemos visto muchas veces. Tienes que estar realmente enfocado durante todo el tiempo que dure la pelea y eso es lo que lo hace un rival más peligroso”, dice Johny, cuyo registro profesional se extiende a 15 victorias y 2 derrotas.
“Me enfrentaré con alguien muy parecido a mí, Robbie cuando te ve frente a él en el octágono lo único que intenta hacer es arrancarte la cabeza con cada uno de sus golpes. Eso es exactamente lo que hago yo”, reconoce Hendricks.
Si bien es cierto que ambos tienen la capacidad para cambiar el rumbo del combate si una de sus manos impacta en el rival, vale destacar que la lucha de Hendricks será una de las grandes claves a tener en cuenta. En caso de necesitarlo, puede llevar las acciones al suelo y mantenerse golpeando por encima. Eso sí, también deberá cuidarse de la potencia que genera en corta distancia su oponente algo que no muchos hacen con facilidad.
Por primera vez en 6 años, el cinturón titular de la división welter de UFC cambiará de manos. Georges St. Pierre lo dejó vacante ¿Quién tomará la posta? ¿Podrá Johny Hendricks cumplir su sueño y ser llamado nuevo campeón de las 170 libras?