En la
pelea coestelar del UFC 153, el
brasileño Antonio Rodrigo “Minotauro”
Nogueira salió victorioso sobre Dave
Herman, ante su gente, en su ciudad de Rio
de Janeiro, Brasil, para provocar el delirio de los miles de fans que
vinieron a disfrutar de este evento en vivo.
La
acción tuvo un primer asalto parejo, en el que Herman usó
más sus patadas al cuerpo del sudamericano, mientras que “Minotauro” golpeó más
arriba con sus dos manos.
En el
segundo round, el hombre de casa derribó al estadounidense e intentó una
sumisión usando un armbar, pero Herman se escapó. Los dos regresaron a la pelea
arriba hasta que el brasilero derribó otra vez al visitante con un golpe con la
mano izquierda y tras un forcejeo, Herman no pudo escaparse de otro armbar y se
vio obligado a rendirse.
Y
nada pudo haber sido más dulce para esta leyenda que salir triunfador usando la
disciplina que lo ha llevado a la gloria en este deporte.
“El jiu-jitsu brasileño es un arte”, fueron
las palabras del vencedor ante lo que había dicho su rival de esta noche que
esa disciplina no servía.
Si
alguien representa la esencia de las Artes
Marciales Mixtas (MMA por sus siglas en inglés), ese es el Nogueira, quien
a sus 36 años es parte de la
historia de este deporte. La leyenda de este guerrero brasileño ya está
cementada para siempre y lo que ocurrió esta noche en su ciudad no afectaba en
nada su legado.
Su
marca de 34-7-1, sumando 41 peleas
en su carrera, nos dan una idea de la veteranía en las competencias de MMA por las que ha pasado el
“Minotauro”.
Su
leyenda internacional comenzó a cimentarse en Japón, dentro de PRIDE, donde combatió desde el 2001
hasta el 2006. Él fue el primer campeón pesado de esta organización y fueron
legendarias sus batallas con Dan
Henderson, Mirko Cro-Cop, Fedor Emelianenko, Fabricio Werdum, Mark Coleman y Josh Barnett, entre otros.
En
ese período, los únicos que lo pudieron vencer fueron el ruso Emelianenko y
Barnett, ambos en peleas apretadas y muy disputadas.
Nogueira
llevó el jiu-jitsu brasileño a los
pesos pesados y gracias a la maestría con que ha dominado esta disciplina, en
su camino quedaron peleadores más fuertes, más grandes y, muchas veces, los favoritos.
Como
buen exponente del jiu-jitsu, Nogueira representó muy bien a ese tipo de
peleador que está dispuesto a recibir golpes en la lona hasta que encuentra su
oportunidad y hallan el camino para inmovilizar o someter a sus rivales, usando
un kimura, un armbar o una estrangulación trasera del cuello.
Esa
esencia del guerrero brasileño nadie la ha llevado por el mundo mejor que el
“Minotauro”. No sólo fue campeón en PRIDE, sino que también en el UFC. Y sólo Frank Mir le ganó por nocaut y por sumisión. Con todos los demás, o
cayó por decisión o fue el vencedor y en su paso por estas dos organizaciones,
sólo Wanderlei Silva y Cro-Cop lo
superan en triunfos. Vaya compañía, vaya nombres
Ya
para finalizar, la palabra retiro parece que no está en su vocabulario, pues ya
dijo en la conferencia de prensa esta semana que se iba a retirar cuando lo
hiciera Anderson Silva. Y después de
ver lo que hizo esta noche, parece que tiene razón. Independientemente de lo
que haga la “Araña”.
No
hay dudas que este guerrero es uno hecho para los libros de historia.
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