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Michael Chiesa es el nuevo Ultimate Fighter

Michael Chiesa sometió a su compañero de
equipo Al Iaquinta a los 2 minutos y
42 segundos de la primera vuelta y se convirtió en el campeón de la décimo
quinta temporada de The Ultimate Fighter.
Con este triunfo mantiene su record invicto como profesional y se asegura un
contrato con UFC.

Chiesa victorioso sacando al fin todoChiesa,
de 24 años, comenzó en problemas el combate. La mano derecha de Iaquinta lo hizo retroceder en un par de
oportunidades, pero rápidamente encontró su distancia y empezó a trabajar con
mayor tranquilidad. Cuando fueron al clinch consiguió derribar y ganarle la
espalda a su rival.

Demostrando
que el piso es su mejor territorio, Michael aplicó un triángulo al cuerpo para estabilizar la posición y buscar el
estrangulamiento trasero que le iba a dar la victoria a los 2:42 cuando Herb Dean se dio cuenta que
Iaquinta estaba desmayado.

El
camino de Chiesa en The Ultimate Fighter fue muy complicado. Al día siguiente
que había entrado en la casa, recibió la terrible noticia del fallecimiento de su padre, pero eso no
lo hizo abandonar y prometió honrar su memoria con el trofeo que hoy tiene en
sus manos.

“Esto
es lo que quería, no podía perder,
no era una opción. Les quiero agradecer a todos los que estuvieron allí en los
momentos más difíciles y también me gustaría felicitar a Iaquinta que es un
animal”, comentó Michael tras el combate.

Chiesa con su madre y hermanaSu
emocionada madre también subió al octágono: “Es muy difícil hablar en un
momento como este, pero estoy muy
orgullosa de él
”, dijo entre lágrimas.

Ahora
“Maverick” como es su apodo, tendrá la posibilidad de codearse con los mejores
en UFC y muchos de ellos deberán cuidarse. En su paso por la casa derrotó por
decisión a Jeremy Larsen y les ganó por nocaut técnico a Justin Lawrence (el favorito del programa) y a James Vick, luego de
pasar por complicados momentos en ambas peleas.

Por
su parte Iaquinta seguramente regresará, parece que el trajín de pelear 3
semanas seguidas lo terminó complicando, pero recibió un gran reconocimiento
del público: Su nocaut sobre Andy Ogle y su victoria por decisión
dividida luego de tres asaltos ante Myles
Jury fueron coronados como los mejores de la temporada y su premio
ascendió a 50 mil dólares.

El
primer paso ya está dado. Ingresar a UFC fue muy duro pero basándose en su
tenacidad Chiesa ya está en un lugar para privilegiados. Su estilo puede
complicar a muchos ya que es un luchador
de primer nivel
, de gran tamaño para la categoría, con un excelente juego
de piso pero con varios detalles para pulir a la hora de intercambiar golpes.

Sin
embargo tiene todo para crecer, visiblemente cansado por los tres meses de
entrenamiento constante bajo las órdenes de su entrenador Urijah Faber, Michael ahora podrá relajarse y pasar un tiempo necesario
junto a su familia y amigos.

La
presión por entrar al octágono no existirá, el contrato ya se lo ganó peleando
y el respeto de sus rivales también. Todo lo que le queda a Michael Chiesa es entrenar cada día más
duro y superar sus límites como lo hizo con las adversidades de estos últimos
tiempos. Merecido campeón
¡Felicidades!