“La familia es la base de todo así que lo más importante es conservarla y mantener bien ese núcleo.”
Amante de las hamburguesas y la comida china. Apasionado del basquetbol. LeBron James y Kyrie Irving, sus jugadores favoritos. Disfruta de ir al cine y las películas de comedia son sus preferidas. Lo que más le gusta de Panamá son las playas y la cercanía de ambos océanos: el Atlántico y el Pacífico.
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Uno de los recuerdos que marcaron a Vernon Ramos está relacionado con las artes marciales mixtas. “Cuando recién terminó la edición de TUF en la que los coaches fueron Georges St-Pierre y Josh Koscheck, mis padres viajaron a Las Vegas. Mi papá me compró un muñeco de GSP y el pantalón de la temporada para entrenar. ¡Es algo muy bonito que guardo en mi corazón! ¿Quién diría que yo también iba a ser parte de TUF?”
Para él, la familia es la base de todo por lo que le parece importante conservar la unión. Estar con sus amigos también ocupa un gran espacio cuando tiene tiempo libre. Confiesa que la dieta se le complica bastante y que su humor cambia. “Me deprimo cuando veo a alguien que está comiendo rico y yo con una ensalada. ¡Me amargo!”, bromea.
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Antes de dedicarse por completo a entrenar estudiaba Ingeniería Industrial. Además, trabajaba en una empresa multinacional con el turno de la madrugada, pues atendía mercados de Asia y Europa.
“Entraba a las once de la noche y salía a las siete de la mañana. Mi
horario estaba al revés. Dormía de día, entrenaba en la tarde, dormía un poco más en la tarde-noche y después me iba a trabajar. Estuve dos años así. ¡Me trajo muchas complicaciones porque mi rendimiento no era el mejor. Me costaba mucho entrenar, me sentía agotado y no podía dar mi 100%.”
Llegó a ser seleccionado nacional de ligas menores de basquetbol. Al igual que a su padre, este deporte lo vuelve loco.
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“Comencé a ver la NBA y a apoyar a los Cavs porque mi papá era fanático. Me tocó ver cuando LeBron James inició su carrera, como se convirtió en el novato que levantó al equipo y lo llevó a playoffs. ¡Me enamoré de los Cavs!”
Y confiesa:
“Mi segundo nombre es Michael por Michael Jordan. Cuando nací, los Bulls estaban jugando las finales del 92 y mi papá me lo puso por él.” A sus 23 años de edad está cerca de cristalizar el sueño de llegar a UFC. “Lo veía muy lejos. En Panamá no podía vivir solo de pelear. ¡Quedé en shock cuando me enteré que había sido seleccionado para TUF Latinoamérica!”
Se define por ser una persona en la que se puede confiar. “¡Me gusta entregarme a los demás! Siempre trato de ayudar y procuro dar lo más sincero de mí!”