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Renan Barao, ¿imbatible?

Con una de las rachas más impresionantes en la actualidad, el campeón de peso gallo del UFC, Renan Barao, intentará seguir limpiando la división y continuar su reinado cuando defienda su título de nuevo el 24 de mayo del 2014 en la pelea estelar del UFC 173 en la MGM Grand Garden Arena de Las Vegas, Nevada.

En nueve años, Barao ha logrado establecer una de las rachas más extendidas en la historia de las artes marciales mixtas, MMA por sus siglas en inglés. Desde que perdió su debut profesional en abril del 2005 por decisión unánime, Barao no ha vuelto a perder en 33 combates; obtuvo un no contest en el 2007, y desde ese entonces, ha ganado 22 peleas consecutivas, incluyendo sus últimas siete dentro del UFC.

Con 25 peleas en Brasil, Barao llegó a los Estados Unidos, consiguiendo dos peleas en el WEC, y logrando finalizaciones en ambas. Después debutó en el UFC en el 2011 y obtuvo tres victorias consecutivas sobre Cole Escovedo, Brad Pickett, y Scott Jorgensen, las cuales lo llevaron a una pelea por el título interino ante Urijah Faber en el UFC 149. Una decisión unánime sobre el californiano lo llevó a poseer el cinturón, y después defendió el título interino ante Michael McDonald con un triángulo de brazo en el cuarto round, y ante Eddie Wineland con un nocaut técnico con una patada de giro y golpes. El UFC nombraría a Barao el campeón absoluto después de que otra lesión dejaría a Dominick Cruz fuera del UFC 169, evento en el que Barao hizo su primera defensa, de nuevo enfrentando a Faber, y derrotándolo con un nocaut técnico en el primer round.

El talento de Barao se expuso desde su debut profesional, en el que logró llevar una pelea completa de tres rounds, pero con el tiempo, Barao pasó de estar bajo la tutela de Jair Lourenco en Kimura Nova Uniao en la ciudad de Natal, a estar bajo el entrenador principal del equipo Nova Uniao, Andre Pedereiras, en Río de Janeiro. Su traslado lo ha llevado a refinar los pequeños detalles que determinan peleas, y su lealtad al equipo ha permitido desarrollarse en un ambiente familiar, estableciendo relaciones profundas con sus compañeros de entrenamiento y entrenadores. Es así que ha logrado mantener una mentalidad tanto relajada – lejos del estrés – como fuerte – rodeado de personas cercanas y otros campeones.

Es fácil olvidar que Barao es un peleador joven con apenas 27 años de edad debido a su largo y exitoso recorrido en el MMA. Completo, habilidoso en la pelea de pie y en la pelea de piso, Barao además es cinturón negro en jiu-jitsu brasileño. No obstante, tomando en cuenta lo mucho que se pone en juego cada vez que sale al octágono – como es su racha de victorias y el título – Barao no se ha alejado de proponer un combate intenso en cada uno de sus encuentros, buscando intercambios, movimientos constantes, y la finalización en cada round.

Esta disposición de arriesgar lo ha hecho popular entre los seguidores del deporte, pero además es un peligro constante para sus oponentes, con una incertidumbre en su forma de combatir, utilizando una gran variedad de golpes, patadas de giro, derribos, control de piso, golpes a ras de lona, y sumisiones.

Para su siguiente combate en el UFC 173, Barao tendrá otra oportunidad de mostrar su fortaleza que ha evolucionado simultáneamente con su equipo. Barao buscará hacer otra defensa exitosa de su cinturón ante el número cinco del ranking oficial del UFC, TJ Dillashaw, en la pelea estelar.

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