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Desde el octágono - Amir Sadollah, viniendo de atrás

 

UFC 106 Amir Sadollah vs Phil Baroni

Muy pocos peleadores tienen la capacidad de remontar peleas cuando más complicados están. Y aún hay menos los que evitan las decisiones para conseguirlo y aplican una sumisión de la nada. Amir Sadollah se hizo conocido en The Ultimate Fighter por su carisma y por su corazón y, además, por ganar todos sus combates de esa forma… hasta ser el campeón de la séptima temporada.

 

Desde el octágono

Por Emiliano Cándido

Amir Sadollah, viniendo de atrás

Muy pocos peleadores tienen la capacidad de remontar peleas cuando más complicados están. Y aún hay menos los que evitan las decisiones para conseguirlo y aplican una sumisión de la nada. Amir Sadollah se hizo conocido en The Ultimate Fighter por su carisma y por su corazón y, además, por ganar todos sus combates de esa forma… hasta ser el campeón de la séptima temporada.

Quizás la última imagen que se tiene de Amir es que gana sus combates por decisión de los jueces y que no tiene la posibilidad de finalizar a sus oponentes, pero ha demostrado que siempre quedó cerca de hacerlo. Y en sus inicios lo hacía siempre.

Ingresó a The Ultimate Fighter sin tener peleas como profesional. Su primer escollo fue duro, debía ganar para acceder a la casa y le tocaba el único peleador que tenía experiencia en UFC: Steve Byrnes.

Tras soportar un intenso ataque en la primera vuelta, en la segunda consiguió la palanca al brazo que le dio el triunfo. Eso deslumbró los ojos de Forrest Griffin que rápidamente lo quiso en su equipo.

El tiempo pasaba y las peleas seguían siendo iguales. Gerald Harris lo castigaba y, de la nada, Amir conectó un rodillazo que le dio el triunfo por nocaut técnico. Matt Brown era la próxima víctima en la lista, éste último cayó preso de un triángulo de libro cuando quedaban segundos para terminar el combate y Sadollah estaba perdiendo rotundamente.

La “obra de arte” de Amir sucedió en la semifinal. Su rival, CB Dollaway, había despachado a todos con facilidad y se mostraba completamente superior. Pero el momento clave llegó en el tercer asalto. Un Sadollah agotado y ensangrentado consiguió una llave al brazo sensacional y, con eso, su pasaje a la final.

El destino lo puso contra Dollaway nuevamente esa noche. El final fue el mismo, pero mucho más rápido ya que el combate solo duró 3 minutos.

Hoy, Sadollah no es el mismo y se muestra cada vez más completo. La oportunidad de dejar en claro que sus victorias contra Phil Baroni y Brad Blackburn no fueron casualidad la tendrá el próximo sábado cuando se enfrente con el coreano Dong Hyun Kim.

“Estoy esperando un combate muy duro. El nivel sube poco a poco y necesito estar preparado para todo lo que mi rival pueda dar. Pero estoy confiado y sé que con mis habilidades al cien por cien puedo derrotar a cualquiera”, comenta el peleador de 29 años.

Poseedor de un cinturón negro en Sambo y de grandes habilidades en Muay Thai, el oriundo de Brooklyn, quiere seguir puliendo los errores que cometió en las presentaciones anteriores.

“Yo creo que uno puede mejorar constantemente en cada una de las áreas de las artes marciales mixtas, pero sólo si se lo propone. Por eso siempre trato de hacerlo, a veces sale y a veces no, nunca dejaré de pensar que puedo hacer algo mejor. Mi actitud siempre ha sido esa, nunca he dicho que no puedo aprender nada más. El día que lo diga comenzaré a preocuparme”, explica.

El triunfo en The Ultimate Fighter lo obtuvo en la división de pesos medianos. Pero tomó la decisión de pelear en welter y, a pesar de perder en forma controvertida con Johny Hendricks en su debut, sus últimas dos presentaciones lo mostraron apto para darle pelea a los mejores.

“Es la mejor división que hay para mí. Me siento muy bien en el límite de las 170 lbs. y es, probablemente, una de las categorías más duras que hay en UFC así que también es un desafío. Eso me hace pensar que me quedaré durante mucho tiempo como peso welter”, declara Amir.

Dejar el corazón en cada uno de los combates hace que el peleador sea respetado y admirado por todos los seguidores. Si a eso se le suma que sus combates siempre son entretenidos, Sadollah se convierte en uno de los competidores más vistosos a la hora de observar una pelea de artes marciales mixtas.

“Es un honor saber que mucha gente piensa eso. Siempre trabajo, trabajé y trabajaré duro para dar lo mejor de mí y que los fanáticos lo reconozcan me hace sentir con más fuerza a la hora de levantarme todos los días para ir a entrenar”, reconoce.

Cuando se le pregunta un objetivo, demuestra que no sólo sabe pelear sino que también tiene otras cosas en mente… y que se relacionan más con la estética que con el deporte.

“Probablemente mi objetivo es ser el mejor peleador que ha pisado alguna vez el octágono. Bueno, si ese no me sale espero ser el más lindo… hagamos un trato, seré ambas y listo”, propone.

Para finalizar le deja algunos comentarios a sus seguidores.

“Me encanta ser parte de lo que yo considero el mejor deporte de todos. En consecuencia, el mejor deporte tiene los mejores fanáticos. Ustedes son la razón por la cual nosotros podemos vivir de lo que más nos gusta hacer. ¡Muchas gracias! Nada sería posible de no contar con su apoyo”, concluye.

Un personaje verdaderamente interesante para retratar. Un gran peleador, con mucho corazón y sobre todo, una gran persona fuera del octágono. Fruto de su esfuerzo llegó a UFC y planea quedarse por mucho tiempo.

Si Amir Sadollah mantiene este nivel y puede mejorar algunos detalles es peligroso para cualquiera ya que, si va perdiendo, saca lo mejor de sí y la mayoría de sus victorias aparecen cuando se lo nota cansado y frustrado, es decir, sus mejores triunfos son “viniendo de atrás”.