El 10 de mayo se llevará a cabo el UFC Fight Night y en la pelea principal se enfrentan Matt Brown y Erick Silva, dos peleadores que buscan ascender en el ranking de una división wélter que, a pesar de la salida de Georges St-Pierre, sigue siendo una de las más fuertes en todo el UFC.
Brown (20-11) es un veterano que busca una oportunidad titular a toda costa y que sabe que un triunfo sobre su rival brasileño le podría abrir las puertas a su sueño.
A esta cita en Cincinnati, él llega con una racha de seis triunfos al hilo, con cinco de ellos por nocaut, lo que nos da una idea de lo dominante que ha sido este guerrero que va a tener la fortuna de pelear en casa, ante su gente en Cincinnati.
Para mí, Matt Brown es uno de esos peleadores que mantiene aceitada la máquina del UFC, pues no todos son campeones. De hecho, no todos pueden ser campeones. Él es de esos que siempre impresionan y gustan cuando se suben al octágono. Ahora lo que nos queda por ver o, mejor dicho, lo que le queda por demostrar es si puede dar ese salto cualitativo y acercarse a la cima de las 170 libras.
La cita ante Silva (16-4) es una que lo puede establecer en la cumbre de la montaña en peso wélter. Su racha de triunfos es fantástica, impresionante, sobre todo sabiendo lo complicado que es ganar en el UFC ante tanta calidad que se ha acumulado en los últimos años.
Brown está establecido en el ¨Top Ten¨ de su categoría y es por eso que un triunfo sobre Silva lo acercaría aún más, sin duda alguna, a los mejores, donde siempre habría un chance de pelear por el cinturón. Silva, mientras tanto, de salir vencedor podría entrar a ese selecto grupo de os diez mejores en las 170 libras.
Es decir, Brown necesita ganar para establecerse en su categoría ante un oponente que necesita a toda costa salir triunfador para demostrar que sí es de los mejores welters del mundo y que toda la fanfarria y expectativas que lo han acompañado hasta aquí, no se van a tirar por la ventana.
Y Brown va a tener que usar todas sus herramientas de ataque y defensa disponibles porque, a mi entender, el punto débil que Matt ha tenido en su carrera es su tendencia a perder sus peleas en la lona (de sus once derrotas, nueve han sido por sumisión) y enfrente tiene a un chico que tiene cinta negra en jiu-jitsu y que adora llevar el combate abajo para terminarlo en la lona. Vaya tarea que tiene Brown ante sí.
Pero en el UFC, para ser de los mejores, hay que ganarle a los mejores. Nada de cortar camino, ni llegar arriba sin pasar por el filtro de calidad que se te presenta cada vez que te metes en la jaula.
Resumiendo todo; Matt Brown va a tener una cita bien dura para mantener su racha de victorias este 10 de mayo en contra de Silva.
Así de simple.
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