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Tito Ortiz, de vuelta a sus raíces

El “Chico Malo de Huntington Beach” es el apodo por el que se
conoce a uno de los luchadores más reconocidos de la historia del UFC. Tito
Ortiz, pese a quién le pese, ha contribuido a hacer de este deporte, una pasión
de masas. Ha defendido el título de los semi pesados en cinco ocasiones
consecutivas, dominando la categoría e inaugurando una era, la “Era Ortiz”. Por
sus logros y popularidad, seguramente tendrá un lugar reservado en el Salón de la
Fama. Su trilogía con Ken Shamrock y sus guerras con Chuck Liddell serán
siempre recordadas, sus impactantes entradas al octágono también lo serán.
Ortiz entendió que para ofrecer un buen espectáculo para los fans, la puesta en
escena era casi tan importante como la victoria.

 

Muchas veces el deporte suele ser ingrato con aquellos que tanto
le han dado y se han sacrificado por él. Tito no ha ganado una pelea desde
octubre de 2006, y muchos dudan que pueda recuperarse y tener un segundo aire
en su carrera. Lo cierto es que en estos últimos cuatro años, Tito ha tenido
que superar lesiones de gravedad en su espalda y cuello que no le han permitido
entrenar como lo solía hacer. A medida que pasan los años, las lesiones van
desgastando el cuerpo de un atleta y todas esas guerras en las que estuvo
involucrado dentro del octágono comienzan a pasar factura. Asimismo, en estos
últimos cuatro años, Tito ha enfrentado a los mejores de la división como son:
Rashad Evans, Lyoto Machida o Forrest Griffin.

 

Tito deberá volver a lo que ha sido su marca patentada: sus
derribos y viciosos golpes a ras de lona. Por más esfuerzo que haya puesto en
mejorar su boxeo con Freddie Roach, aún tiene mucho camino que recorrer en este
sentido. En sus últimos combates, Ortiz ha querido luchar de igual a igual con
los mejores boxeadores y expertos en la lucha de pie de la división lo que es
claramente una estrategia errada.

 

Ortiz cree que aún tiene desafíos por delante en la organización y
que su suerte aún no está echada:

 

“No hay manera que termine mi carrera así. No estoy ni cerca del
final de mi carrera. Tengo que subirme nuevamente al caballo, entrar nuevamente
en una universidad y empezar a luchar nuevamente. El hambre está allí. El
corazón duele pero mi mente está fuerte. Es un desafío”.

 

Por todo lo que ha hecho por la organización y por el deporte en
general, Tito merece el respeto de todo el que se aprecie ser fan del deporte. Para
los que somos seguidores de Tito Ortiz, siempre esperamos ver un poco más de él
dentro del octágono. Será cuestión de esperar por lo que decida Dana White y
los directivos de la organización junto con el propio Ortiz.